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desperté de golpe por la pesadilla que estaba teniendo en ese momento. Mí frente sudaba y el cuerpo me temblaba, además que tenía la piel más pálida de lo que ya era.
—¿Mal sueño? ——me voltee del susto por la repentina voz a mí izquierda. Edward estaba ahí sentado observándome.
—¿Que haces aquí? ——pregunte confundida por su persona en la habitación en plena noche.
—No sé. ——respondió dudoso.
—No deberías estar aquí, podría considerarse como acoso y podría yo misma matarte. ——dije recostandome de nuevo en la cama dándole la espalda.
—Siento que debo protegerte...——me reí incrédula.
—Deja de sentirlo. No necesito tu protección.
—¿Por qué eres así? Haces que todo el mundo se sienta frustrado por tus reacciones negativas. ——lo mire de reojo.
—Vete de la habitación o llamaré a Burak. ——este se callo unos segundos antes de levantarse e irse. Suspiré frustrada por el mal momento de hace uno segundos.
¿Quien se cree? Tiene novia, una a la que si debe de proteger y me viene con esto.
Maldito infeliz.
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—¡Buen día! ——salude cuando entre a la cocina, Esme ya estaba ahí junto a Rosalie y Burak.
—Buen día, querida. ——dijo la matriarca dejando un beso en mí mejilla. Me senté a la vez que dejaba mí desayuno.
—¿Que haremos hoy? ——pregunte metiendo a mí boca un pedazo de tostada.
—Bueno, Bella vendrá esta noche aquí en lo que nosotros iremos de cacería. ——explico mí hermano a lo que ambas vampiras asintieron.
—¿Dónde se quedarán ustedes?
—Seguramente andemos por el bosque, no hay nada más entretenido que hacer experimentos y molestar a los senderistas. ——me reí luego de recordar el suceso del año pasado.
