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Hoy era el día, tenía un mal presentimiento y a la vez una leve esperanza de que esto ya estaba muy cerca de su final.
—¿Lista? ——pregunto haciendo que desviará mí mirada del espejo hacia el.
—Eso creo. ——se acercó para dejar ambas manos en mí cintura a la vez que me miraba con amor.
—Luego de esto te compensaré. ——sonreí encantada por la propuesta que me brindaba.
—Con mucho gusto. ——dejo un beso en mí frente.
—Te amo.
—Y yo a ti.
—¡Apurense! Ni que Hera fuera a desaparecer, es mucho más fuerte. ——halago mí mejor amigo mirándonos con disgusto.
Llego la hora...
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Edward tenía su mano apretando la mía en un intento de que con eso ni siquiera pudiera estar lejos de el.
Toda la familia estaba modo alerta, los Quileutes estaban escondidos por si llegábamos a necesitar ayuda y Dylan junto a Elena también estaban atentos a cualquier movimiento extraño.
—Creí que jamás vendrían. ——hablo con una cínica sonrisa—— que encantador. Toda la familia tomo la decisión de acompañar a nuestra pequeña Hera.
—Terminemos con esto bruja. ——dije con molestia.
—Por supuesto, pero, ¿No es mí turno de incluir a mí compañía? ——detras de ellas aparecieron varias mujeres más con el mismo aspecto que Cara.
—Son tan hermosos. ——hablo la rubia también sonriendo a la vez que escaneaba a mis acompañantes reiteradas veces.
—No tienen que hacer esto. ——dijo Carlisle buscando de alguna forma hacer que cambie de opinión.
