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Baje de las escaleras directo a la cocina donde ya habitaba el olor exquisito a desayuno. Solo encontré a Elena comiendo. Al verme sonrió.
—Hola, niña.
—Hola, Lena. ——me serví del café que seguía caliente para luego sentarme frente a ella.
—¿Te sientes bien? ——pregunto confundiendome un poco.
—Eso creo, ¿Por qué?
—Te ves algo rara. ——me reí.
—¿Por qué lo dices? ——cuestione sin dejar de comer la fruta que ella había cortado.
—Supuse que era por la propuesta de Edward. ——la mire—— Burak me comentó algo sobre eso.
—¿Te gusta? ——pregunte desviandome del tema. Ella se sonrojo levemente.
—No me cambies el tema, глупый. ——la observé sorprendida.
—¿Eres Rusa?
—Viví por un tiempo allí, pero eso no es de lo que quiero hablar. ¿Por qué no quieres aceptar? Se que no puedo obligarte a hacerlo pero quería saber el motivo.
—Mis padres me hicieron creer que el matrimonio solo era una pérdida de tiempo, fingieron ser felices simplemente por nosotros, nos hicieron creer que estaban bien cuando en realidad no era así. Tengo miedo de terminar así con Edward. ——abrí los ojos sorprendida—— al fin lo dije.
—Hera, se que no será igual porque no eres tus padres y Edward verdaderamente te ama. Me duele la cabeza de escucharlo hablar sobre ti y eso que apenas lo conozco. ——me reí conmovida—— quizá y tu matrimonio con el si consiga frutos.
—¿Tu crees?
—Confia en mí. ——le sonreí agradecida.
De la nada, la casa explotó haciendo que nuestros cuerpos impactarán contra el concreto y quedáramos atrapadas en el.
Mis oídos zumbaban y la cabeza me dolía. Buscaba a la castaña con preocupación a la vez que intentaba caminar.
—Elena...——llame en un susurro debido al dolor en mí cabeza. Sentí como mí cuerpo cayó al suelo de nuevo y me tomaban del cuello.
—Vaya vaya. Que descuidados. ——la mujer se rió tan fuerte que provocó un quejido debido a que resonó en mí cabeza—— ¿Creíste que te librarías de mí, querida?
—¡Sueltala ahora Cara! ——ambas volteamos a ver a la castaña que se veía molesta.
—Elena, que gusto verte otra vez. ——me arrojo hacía el otro lado del salón destruido impactando mí cuerpo contra la pared, por lo que caí en un golpe seco al suelo—— no planeo malgastar mí tiempo contigo.