Prólogo

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Desde la cúpula del palacio el arrogante príncipe observó el movimiento de las hojas de los árboles, el ligero zumbido lejano producto de la caída del agua en la cascada Noru. Su túnica se movía con gracia poética, pese a la belleza del lugar el rostro del príncipe estaba contraído demostrando su molestia, cejas fruncidas y ojos oscuros.

Los viejos árboles de más de doscientos años no dejaban de mecerse con furia producto del fuerte viento, algunas hojas eran arrastradas hasta las ruedas de los coches de carga que eran jalados cerca de las puertas del reino.

Pesé al fuerte zumbido del viento que podía llegar a ser molesto, el cielo estaba despejado. Un azul vibrante se fusionaba de manera perfecta con el sol tibio. La sensación era fresca, ni tan frío como para congelar los huesos ni tan caliente como para querer deshacerse de la más mínima fibra de tela sobre sobre el cuerpo.

La belleza del próximo heredero era una muestra de lo fructífera que sería la nueva era, pero había algo que resaltaba aún más que su gran estatura, su cuerpo bien formado, su inmensurable inteligencia, su destreza con la espada o su facilidad en aprender lenguas extranjeras.

Park Chanyeol era reconocido por su mal carácter y personalidad orgullosa, incluso su eunuco había sido interrogado múltiples veces para intentar descubrir si el joven príncipe había sonreído alguna vez en su vida. Pesé a la negativa de su parte continuamente los ojos de miles de personas estaban puestos sobre la majestuosa alta figura del príncipe sin sonrisa.

—Príncipe Chanyeol...

El eunuco Junmyeon llamó al joven heredero con voz suave, el príncipe le ignoro por unos segundos. No con intención sino porque se encontraba totalmente concentrado con el movimiento de las nubes en el cielo. Esa belleza perturbadora que le hacía fruncir las cejas, ¿cómo es que algo que no podía tocar podía moverse con tanta facilidad?

—Príncipe Chanyeol... Hoy es su última noche.

—Lo sé—, por fin respondió —¿Dónde está el general Kyungsoo?

La boca de Junmyeon se abrió un par de veces, aunque en realidad ningún sonido fue emitido, miró para todos lados de manera disimulada y se acercó con cuidado a su amo.

—En el sitio de siempre, majestad. Los guardias han estado asegurando la zona fuera de las murallas, así que hizo una revisión personal de las instalaciones. Menciono que vendría sin falta antes del anochecer para informarle el proceso de restitución.

Chanyeol sonrió de lado, su arrogante mirada se suavizó. Giró su cabeza y miró a su eunuco de confianza. —Prepara un baño, no puedo recibir al general luciendo de esta forma.

—Majestad... La princesa puede sospechar... Le recomiendo que luzca lo más natural posible.

—No lo veo hace seis meses... Comprende el inmenso dolor que se ha alojado en mi corazón.

—Lo comprendo —, mencionó con dulzura hacia su majestad —. Pero por el peligro latente del reino norte el general ha decidido postergar su visita inmediata, los enemigos podrían usar ese momento para hacerle daño a su majestad.

—Tonterías... Prepara un baño con las más finas flores, si preguntan el motivo de tal preparación solo corre el rumor de que es un ritual recomendado por los sabios de la montaña para recibir al nuevo rey.

—Entendido...

Junmyeon no se veía demasiado convencido, pero asintió. Su majestad luego de seis meses había sonreído, todo a causa de la visita del General Kyungsoo... Realmente debía ser duro para los dos, y más ahora que con la muerte del rey el príncipe heredero debía coronarse como nuevo Rey. Y engendrar a un próximo heredero con la princesa Yeji. 

El Príncipe y el General|| ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora