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Una propuesta de trabajo le había surgido a Clara quien estaba muy contenta de poder volver a trabajar de lo que tanto le gustaba.

Había decidido convertirse en chef privada porque su último experiencia trabajando en un restaurante de alto nivel había sido pésima. A ella la habían contratado para ser ayudante de cocina y como lo dice el título, ayudar al chef principal. Pero había sido de todo menos eso. Había trabajado de mesera, había atendido, había lavado los platos, atendido la caja, pero nunca se puso un delantal y se puso a cocinar. Le habían dicho que tenga paciencia pero luego de varios meses sin hacer lo que a ella le gustaba renuncio y con ayuda de sus abuelos abogados pudo sacarle provecho.

Estuvo meses buscando trabajo pero luego de unos contactos llegó a una empresa de chefs privados. La pusieron a prueba y les gusto tanto su trabajo que decidieron ponerla al mando de un cliente bastante importante.

No le habían dado muchos detalles de quién se trataba, más allá de lo básico como las cosas que usualmente come, pero a la rubia le pareció una oportunidad increíble cuando le dijeron que se trataba de un argentino que se mudaba al mundo inglés.

A Clara le pareció raro que no le cuenten mucho más de su futuro cliente pero cuando le dieron una fecha y un lugar para una entrevista sé calmo. A ella le gustaba conocer a sus clientes antes de trabajar con ellos para conocer de sus gustos y sus limites.

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Llegó al lugar unos minutos antes de la hora acordada y se trataba de un café bastante tranquilo

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Llegó al lugar unos minutos antes de la hora acordada y se trataba de un café bastante tranquilo.

-Clara- la nombrada alzo su mirada- si cita- la mujer se fue dejándole a la vista a un morocho no muy alto con el cuerpo bastante trabajado que se le hacía muy conocido.

-hola, soy Clara Gadini-saludo con su mejor inglés y el chico sonrió.

-soy Julian Alvarez, hablas español?-hablo las únicas palabras que sabía en un pobre inglés.

-claro que si- el respiro aliviado- sos de Argentina no? yo también.

-enserio?- el se sentó frente a ella y preguntó asombrado.

-si, soy de Córdoba pero me mude acá hace ya casi 8 años.

-yo también soy de Córdoba, pero de Calchin- ella asintió asombrada.

-me resultas conocido, puede ser?.

-miras futbol?- ella negó.

-osea miro solo de la selección, no soy tan fan pero no me disgusta.

-yo soy jugador de futbol, jugaba para River pero ahora me compro el Manchester City de acá y también juego para la selección, tal vez me tengas de ahí- ella abrió sus ojos sorprendida.

-wow, mi abuelo te estaría alabando- el se río.

-le gusta el futbol?.

-lo ama, a la selección, a River y acá dice que no es de ninguno pero ya lo eh encontrado mirando más partidos del city que de otra cosa- ella se río- perdón me fui de tema.

-pediste ya o todavía no?- ella negó.

-te estaba esperando-hicieron el pedido y luego de que la mesera se vaya ella saco su iPad donde organizaba casi toda su vida prácticamente.

-bueno, necesito que me cuentes sobre vos así ya puedo ver que cosas te gustan y que otras preferís evitar.

-soy muy básico realmente, por no decir que tengo paladar de niño- arrancó el- me obligaron a contratar a alguien porque yo a veces ni comía con tal de no cocinarme- ella se río.

-por lo que me dijeron yo me encargaría del desayuno merienda y cena, cierto?- el asintió.

-si, excepto algunos días.

-así es, bueno empecemos por el desayuno, que soles desayunar? preferis cosas básicas o algo más elaborado? se que tenes que respetar una dieta pero hay muchas opciones saludables que podría cocinarte.

-un poco de todo, solía desayunar café realmente, también me retaron por eso, pero es que no tenía el tiempo necesario para poder cocinarme.

-entonces cualquier cosa que respete tu dieta?- el asintió- lo mismo es con la merienda.

- si, a la tarde solía comer bastante bien porque sabía que a la noche no iba a comer algo muy elaborado así que en la merienda es en lo que más me esmeraba, tostadas, jugo, café, fruta y poco de todo-ella anotó todo.

-perfecto, con el tema cena, hay algún tipo de carne que no te guste?.

-prefiero evitar el hígado, riñones y todas esas partes, siendo sincero verlas a veces me da un poco de impresión-ella se río anotando.

-alguna verdura que no te guste?- el negó.

-por suerte con ese tema me llevo muy bien, verduras como de todo tipo, al menos las que probé siempre me gustaron-ella asintió mientras tomaba de su café.

-y después de cenar, comes postre?.

-depende, si son los días que tengo libres a veces suelo darme un permitido- admitió y ella sonrió.

-esta perfecto- el se río tímido-vivis solo no?- el asintió.

-si, realmente estoy solo acá en Manchester, novia no tengo y mi familia no pudo venir a acompañarme.

-no te quiero presionar pero cualquier problema, duda o algo que necesites no dudes en hablarme, se lo feo que es estar solo en un país desconocido.

-vos también estas sola?.

-con mis abuelos.

-y tus padres?- ella hizo una mueca.

-no tengo papás, cuando nací me entregaron a mis abuelos y básicamente desaparecieron.

-perdón, no sabía-ella negó.

-amo a mi abuelos y creo que en parte les agradezco a mis padres biológicos que me hayan dejado con ellos-sonrió.

-igual gracias, me quedó un poco más tranquilo si se que puedo confiar en vos- ella sonrió asintiendo.

-bueno antes de terminar decime tus horarios de entrenamiento- el asintió.

-a las 8:30 tengo que estar en el club y vuelvo a las 4:30/5.

-excepto los días de partido no?- el asintió.

-y los días que no estoy en Manchester también.

-ok, esta bien Julian, eso es todo, el lunes ya me tendrás a primera hora en tu casa.

-eso, toma- el le entregó un juego de llaves- son de la puerta trasera, la que da a la cocina, no se a que hora vendrás pero para que no te tenga que estar abriendo a cada rato.

-lo voy a cuidar, lo juro- el asintió tranquilo.

-lo se, ya esta?- ella asintió-entonces pido la cuenta.

-cuanto es?- preguntó sacando su billetera.

-deja, pago yo- el le entregó su tarjeta a la mesera y se río al ver la cara de Clara- no me mires así, estás acá por mi.

-nos vemos Julian, un gusto conocerte y trabajar para vos- él sonrió y se dieron un beso de mejillas.

-un gusto que trabajes para mi, clari- cada uno se fue por su lado.

Mi chef | Julian AlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora