Mala elección.

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—Se enfrenta una condena de 50 años —habló el abogado con MinHo— Lee Dojun lo acusa de intento de homicidio.

—Que me acuse de lo que quiera ese idiota, protegí a mi HanJi y eso es lo único que me importa —mira las esposas— pasare 50 años y los merezco al haber lastimado a mi esposo.

El abogado trato de hacerlo cambiar de opinión, pero MinHo estaba de acuerdo con la condena que se le ponía, parecía un caso falso. Solo que MinHo no sabía del vídeo que Han había publicado en redes sociales.

—Hago este video desde el hospital central de Seúl para hacer publica está noticia —toma aire— quiero denunciar públicamente a Lee Dojun por intento de homicidio y exijo que liberen a mi esposo Lee MinHo de los cargos que se les acusan, el vídeo que se muestra es real, yo fui golpeado con intenciones de matarme.

Mira a HyunJin y el le hace un asentimiento para que siga hablando mientras Félix los veía algo curioso.

—Mi esposo MinHo lo hizo en defensa mía, Dojun recortó el vídeo para denunciar públicamente a mi esposo. Yo he publicado el vídeo y me estoy gestionando con un buen abogado, así que Dojun, te espera una demanda porque tengo la nariz rota, tres costillas rotas y una fractura en el cráneo.

Al terminar el vídeo y publicarlo, Félix se acercó a el, le comento quien el era estudiante de derecho. Le recomendaría varios abogados, Félix solo quería que ellos volvieran a estar juntos, pero jamas se espero lo que le vendría a continuación.
Félix y In caminaban por un parque cerca del hospital

—Felix —lo llamo In.

—¿Si? —lo mira.

—¿Te puedo llamar omma? Es que nunca he tenido un padre omega

—Sonríe— claro que sí, cachorro mío.

Félix abrazo a In, pero el abrazo fue interrumpido por un Omega que rápidamente apartó al pequeño de Félix y al ya mencionado lo aventó haciendo que cayera al suelo y se lastimara su muñeca.

—Mi pequeño In —le besa su frente—, ¿este Omega pordiosero no te hizo nada?

—El pordiosero será usted —dijo Félix sacudiéndose el polvo de su ropa— devuélveme a mi cachorro o se las verá conmigo.

—El es mi sobrino, no es su cachorro. Así que por qué no te largas de una buena vez, maldito plano que solo se rellena sus caderas con relleno, tu cintura es tan falsa ni tu te la crees, pareces ser de clase baja y que no sabes pelear.

—Mira coño de tu madre.

Félix levantó las mangas de su camisa