Stormheart [ HOTD ] Aegon/ Aemond Targaryen

Capítulo 4

I play to win

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Rayne

—Vaya, vaya, vaya, mira Aemond, los bichos raros —Aegon dijo de forma burlona acercándose junto con su hermano a donde nos encontramos Helaena, Elliott y yo.

—¿Qué es lo que quieres ahora, Aegon? —dije con un suspiro cansado, sabía lo que quería. Molestar. Como siempre.

Él simplemente ignoró mis palabras y tomó uno de los libros que estábamos leyendo, levantándolo descuidadamente por las páginas. Helaena era demasiado introvertida y odiaba relacionarse con sus hermanos como para decir algo.

Eliot, por el contrario, era parecido a mí, pero no le gustaba meterse en problemas. Especialmente si se trataba de los hijos del rey.

Así que como siempre, yo tuve que lidiar con el molesto chico y Aemond. Que parecía solo una decoración al lado de su hermano.

Le arrebaté el libro a Aegon y lo puse sobre la mesa de nuevo, mirándolo de mala manera.

—¿Quién te crees que eres, pequeña lombriz? —el mayor de los hermanos dijo con molestia, mirándome de la misma forma en la que lo estaba mirando yo a la vez que tomaba un paso hacia mí.

—Por qué no vas a robar botellas de vino a la cocina, ¿eh? —me crucé de brazos y me puse frente a la mesa donde estábamos sentados—. Después de todo, es lo mejor que sabes hacer, Aegon.

El príncipe levantó la barbilla y su expresión pasó a ser una de indignación—. La próxima vez no será una rata lo que encuentres en tu habitación si vuelves a hablarme de esa manera, bastarda.

Eliott se levantó de su asiento y miró a Aegon molesto, atrayendo la atención de ambos chicos hacia él.

—Oh, ¿vas a defender a tu novia, Hightower? —Aegon dijo con una risa, golpeando a su hermano con el codo para que se riera también. Aemond simplemente lo miró con esa mirada de aburrimiento que tenía siempre.

Eliott no dijo nada, solo le sostuvo la mirada a Aegon por unos segundos, al menos hasta que el príncipe decidió abrir la boca de nuevo.

—Pensándolo bien, ¿cuál de las dos es tu novia? —preguntó de forma burlona, molestando al pobre chico castaño—. ¿La loca de los insectos?, ¿o a la que parece que le cayó un balde de lodo encima? —Aegon volvió a sonreír maliciosamente y se encogió de hombros— No me sorprendería que fueran ambas, después de todo, los tres son tan iguales que podrían vivir juntos en una casa con diez gatos.

—Bueno, al menos tendríamos a alguien, Aegon —dije, intentando sacar a Eliott de las burlas del odioso príncipe—. A ti, por otro lado, van a comprometerte con alguien que se sentirá miserable por el resto de su vida al saber que eres tú con quien la pasará.