Capítulo VIII

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Rápidamente el pánico y la confusión se apoderaron de tu ser, al ver como un enorme ojo comenzaba a emerger sobre la palma de tu mano, a la par que aquella voz extraña te hablaba como si te pudiera observar a través del mismo.

Siendo presa del miedo empezaste a sacudir tu mano de forma errática y desesperada, como si al hacerlo el extraño globo ocular se fuera a desprender de tu mano.

Tn: ¡Sueltame!, ¡sueltame maldita sea!

¡ESPERA!, ¡por favor cálmate!

Obviamente no le hiciste caso a la voz en tu cabeza y seguiste con tu acción durante un par de segundos, hasta que te acercaste a una pared y empezaste a golpear tu palma contra la misma, esto les causaba dolor tanto a ti como a la voz aparentemente, lo cual solo aumentaba tu miedo todavía más, pues eso era prueba de que no se trataba de ningún sueño o de algún producto de tu imaginación.

¡¡¡SUFICIENTE!!!

Después de darle varios golpes a tu palma algo extraño (más extraño todavía) ocurrió, y es que de un momento a otro volviste a perder el control de tu extremidad, a tal punto en que tu mano se cerró en un puño y terminaste dándote un fuerte golpe en la cara que te terminó tirando al suelo.

Tn: ¡¿Pero que mierda?!

Ahora te encontrabas en el piso forcejeando contra tu propia mano, cualquiera que viera la escena pensaría que te estabas volviendo loco, y honestamente tu también lo creías, en especial por esa voz que no dejaba de sonar en tu cabeza.

¡Tranquilizate!, ¡¿quieres?!, solo trato de ayudarte.

Tn: ¡¿Y qué demonios se supone que eres tu?!

¡Soy tu parásito!

Tras aquellas palabras tu mente pareció haber hecho "click", recordando las palabras del robot con cerebro de cristal ya te estabas haciendo una idea de lo que te estaba pasando.

Tn: ¿Eres... esa cosa rara que me metió el robot?

¡Exactamente!, mira no tengo tiempo para explicar, solo debes de confiar en mí.

Dudabas mucho que fuera buena idea hacerle caso a aquella voz ronca, pero al final decidiste confiar en ella, después de todo ya habías perdido tu libertad y muy probablemente también tu humanidad así que, ¿qué importaba si también terminabas perdiendo la vida?

Tn: Bien, ¿qué quieres que haga?

No te preocupes, yo me encargare de todo, solamente necesito...

Volver a tomar el control...

Tn: ¿Qué?

No tuviste tiempo de asimilar lo que te había dicho, pues de un momento a otro comenzaste a tener dificultades para respirar.

La sensación había sido tan repentina como horrible, era como si la voz en tu cabeza jamás te hubiera impedido comer minutos atrás y ahora te encontrarás con la tráquea totalmente obstruida por tragar más de lo que podías masticar, aunque obviamente seguías con el estómago completamente vacío.

Tn: ¡AGH!... ¡AAAAAAAGGGHHH!

Llevaste tus manos a tu cuello de forma desesperada, como si al estrujarlo con fuerza hacia arriba lograrás sacar lo que te impedía seguir respirando, los segundos fueron pasando hasta que poco a poco comenzabas a perder el conocimiento por la falta de oxígeno, pero justo antes de que cerraras los ojos la enfermera y el hombre maquina entraron de manera apresurada a la habitación.

Feromonas (Skullgirls Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora