Rastro de Tristeza: parte I

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En la habitación de Roberto:

Roberto: ¿Yo? ¿Nuevo portador? Pero yo ya tengo mi miraculous ¿Y Lady Coyolt?

Coyetl: No sé si notaste, pero ella no se ha estado sintiendo bien

Roberto: Pero esa no es razón para dejarme todo a mí

Coyetl: ¿Yo que sé? En fin, deciciones humanas (sarcástico)

Coyetl: ¡PHARU! ESTÁS AQUÍ (emocionado mientras la abraza) fueron tantos meses sin verte

Pharu: Los mejores meses en milenios

Roberto: ¿Y se supone que debo usar...esto? (Refiriéndose a los aretes que son los miraculous)

Coyetl: Pues sí, son tuyos ahora

Roberto: Pero ni siquiera tengo perforaciones en las orejas ¿Cómo me los voy a poner? Y tampoco es como si lo fuera a hacer

Coyetl: Te los tienes que poner, como número uno y número dos, los miraculous se adaptan al portador, solo tienes que tocarlos para que tomen su forma de camuflaje

Narrador: En ese momento Roberto los tocó y tomaron un aspecto distinto al qué tenían

Roberto: ¿Son de presión? (Mientras se los pone enfrente de un espejo) Se me ven raros, ¿Cómo quieres que salga con estos aretes? (Señalando al espejo)

Coyetl: No sé ¿Qué quieres que haga?

Roberto: pues no sé, solo sé que me veo ridículo así (mientras se quita los miraculous y los guarda en un cajón)

Narrador: Después Roberto se cambió de ropa y bajó a comer, pero Pharu se quedó con Coyetl en la habitación de Roberto.

Coyetl: ¿No te parece lindo estar los dos juntos de nuevo?

Pharu: No, contigo no

Coyetl: ¿Y que es esto?

Pharu: Deja ahí, ¿acaso tu portadora dejaba que tocaras todo?

Coyetl: Obviamente

Narrador: En la comida, Julieta le dijo que después iba a salir a comprar algo y que el su papá iba a llegar en la noche, así que él iba a estar solo.

Después de que Julieta se fué:

Roberto: Solo me pondré los miraculous por esta vez (mientras se los coloca)

Coyetl: Deberías usarlos siempre

Roberto: Pharu, Alas de luz

Mister Fulgidius: Sígueme, solo que escóndete

Coyetl: Bueno

Narrador: Míster Fulgidius decidió ir con Luminitsa para explicarle la situación.

Con Luminitsa:

Luminitsa: ¿Así que Lady Coyolt no ha aparecido? (Mientras sirve una bebida caliente)

Roberto: No

Luminitsa: ¿Y Coyetl no te ha dicho nada?

Roberto: No me ha querido decir nada

Coyetl: No es como nada en sí, solo no me preguntó

Luminitsa: Mira Roberto, no puedo tener a Coyetl aquí, así que creo que tú deberías de tener su miraculous en lo que ella se recupera, tampoco la voy a obligar, y no quiero cargarte mucho la mano con el trabajo, así que escoje una o un compañero temporal

Roberto: ¿Yo?

Luminitsa: Si, solo déjame traer la caja

Narrador: Cuando la caja estuvo abierta completamente, escogió el miraculous del flamenco

Miraculous, a la mexicana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora