Rosas de amor

2 2 0
                                    

Narrador: Al día siguiente, Pascual llegó con su abuela, la Señora Falcón para que lo cuidara un momento.

Pascual: Abue, ¿Por qué tienes tantas rosas?

Sra. Falcón: ¿Nunca te conté?

Pascual: No

Sra. Falcón: Bueno. Hace tiempo, yo vivía en un rancho, y un día conocí a un muchacho, y me empezó a hablar y un día me trajo una rosa, y yo la sembré, después nos hicimos novios, y mi papá estaba contento porque era el hijo de un amigo, y pues, me siguió regalando rosas, de varios colores, y casi todas tenían raíz, así que las sembré, y cuando nos casamos, nos venimos a la cuidad de México, y yo traje todas las rosas en macetas, y las tenía en las escaleras, pero luego, mi esposo se tenía que ir a trabajar, y me dijo que mientras el me amara, las rosas iban a estar vivas. Pero yo sabía que el me iba a amar siempre y un día, amanecieron todas las macetas en el suelo, y cuando las estaba recogiendo, tocó la puerta una de las hermanas de mi esposo, llorando, y llegó a decirme que él había muerto.

Después de eso, estuve en una profunda tristeza, y comencé a sembrar de nuevo las rosas, y cada día yo veía que mi panza se hacía más grande, y fuí al doctor, y me dijo que estaba embarazada, después me fuí a vivir con una de mis hermanas, igual en la ciudad, en esta casa, y después de unos meses dí a luz.

Pascual: Entonces, ¿El señor del que me hablaste es mi abuelo?

Sra. Falcón: Si

Pascual: ¿Y él bebé es mi papá?

Sra. Falcón: si, y cuando nació le puse mis apellidos, por eso eres Falcón, yo intenté cambiar mi primer apellido por el de tu abuelo, pero no pude, y solo escribía "De Salazar"

Pascual: Aww

Narrador: En ese momento, alguien tocó la puerta, y cuando abrió la puerta, estaba una de sus amigas.

Sra. Falcón: Hola, ya tenía que no te veía

Luminitsa: Yo tampoco, y dije, hoy tengo tiempo, así que la voy a visitar un ratito.

Sra Falcón: Pasa, solo ésta mi nieto, es el hijo de David

Mientras tanto con Roberto:

Pharu: Creo que hay otro escarlatizado atacando la ciudad

Roberto: ¿Otro? Ya fueron 2 el día de hoy

Pharu: Por algo eres mister Fulgidius

Roberto: Ahora solo soy Roberto

Pharu: Transformate o te voy a acusar con la guardiana

Roberto: Bueno pues. Pharu, Alas de luz

Narrador: Cuando llegó, vió que este tenía la capacidad de mover objetos de metal con su mente, y comenzó a arrojar varios objetos como cucharas y tenedores.

Y mister Fulgidius, estuvo combatiendo contra él muy duro, y en un momento logró aventar un tubo de metal tan fuertemente hacia una casa que rompió una de las paredes.

Y esta casa era de la Sra. Falcón, solo que ya se había ido Pascual.

Y de la pared salió una misteriosa caja, y de todos sus lados estaba en blanco, no tenía diseño, solo una forma cuadrada.

Luminitsa: Aquí está lo que hemos estado buscando

Sra. Falcón: Pero es imposible, yo no sabía que estaba aquí, he estado viviendo en esta por años, y no había visto esto

Luminitsa: Yo estuve investigando, y está aquí desde muchos años, fué por eso que vine, estaba advertida, tú tienes que tomar la caja

Narrador: Cuando la Sra. Falcón la tomó, esta brilló tan fuerte y de varios colores, y después de que se había apagado, vieron que tenían un forma octagonal, con una rosa en el centro y pétalos alrededor.

Sra. Falcón: Pero que debo hacer, no puedo tenerla aquí, y ¿cómo busco a un portador?

Luminitsa: Primero tenemos que reparar los que están dañados

Narrador: Algo interrumpió el momento, y era Mister Fulgidius, que había sido arrojado hacia la casa

Mister Fulgidius: Una discul...(Cuando volteó, vió a la guardiana y se quedó sorprendido)

Luminitsa: Ella sabe, Puedes llamarme guardiana

Mister Fulgidius: ¿Usted sabe? ¿Sabe quién soy yo? (Sorprendido y alterado )

Sra. Falcón: No, no sé, solo sé que ella es guardiana

Mister Fulgidius: ¿Ok?, bueno tengo que regresar, adiós (confundido)

Luminitsa: El es la respuesta

Sra Falcón: ¿Le doy los miraculous?

Luminitsa: No, el sabe buscar buenos portadores, a lo mejor encuentra el líder de la caja de miraculous andina

Sra. Falcón: Ya lo vamos a ver

Con Mister Fulgidius:

Mister Fulgidius: Toma la cuerda y amárralo

Lady Coyolt: ¿Pero como?

Mister Fulgidius: Corre para la derecha, y yo para la izquierda

Lady Coyolt: Ya entendí

Narrador: Cuando lo terminaron de amarrar, Míster Fulgidius purificó su pluma carmín y regresó la cuidad a la normalidad, pero el la casa de la señora Falcón, la caja siguió con su forma actual, y no regresó a la pared.

Con Teresa:

Teresa: ¿Tú sabes quién es Mister Fulgidius?

Coyetl: No, y aunque lo supiera no te lo diría, los kwamis no podemos revelar la identidad de ningún portador

Teresa: Dime, si sabes, no sé quién es el que está detrás del traje, así que tú me dirás

Coyetl: No, simplemente no puedo

Teresa: No sé como, pero me dirás

En la parte de abajo de la casa:

Sergio: Ya te puedes ir, gracias por limpiar

Sarita ( sirvienta de la casa): Si, hasta mañana

Después de cerrar la puerta*

Clotilde: ¿Por qué estos días has estado insoportable?

Sergio: ¿Por qué? (Serio)

Clotilde: Porque por todo me respondes mal, y quieres pelear

Sergio: Ahora que soy yo, ¿Quién fué la que rompió el control por estar enojada?

Clotilde: Eso es muy distinto, tú eres el que siempre está enojado, ya ni me volteas a ver

Sergio: ¿Y quién quisiera hacerlo si estás amargada todo el sagrado tiempo? Según cuando nos casamos compraste no sé cuantos recuerdos de cerámica que representan no sé que y ahora estás toda amargada, parece que se te olvidó todo.

Clotilde: ¿Ah sí? Pues vé lo que pasa (mientras a romper todo)

Sergio: ¿Sabes que? Es todo, voy a volver cuando te hayas calmado (mientras sube las escaleras)

Narrador: Clotilde lo único que hizo fué llorar sentada en el comedor,

Por su parte Sergio buscó una maleta y guardó sus cosas.

Después fué a despedirse de Teresa y Victoria, y se fué a un departamento que tenía desde hace un tiempo.






Aquí termina esta parte.










Miraculous, a la mexicana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora