5. la convivencia

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Las primeras horas transcurridas habían sido... Tensas. Por decirlo con suavidad y tacto.

Denna, Bea y Juanjo se habían dedicado a ponerse al día en las tumbonas al lado de la piscina, mientras que Ruslana, Martin y Chiara hablaban de sus cosas en el salón de la casa. Habían repartido las habitaciones y colocado las maletas, dejando a Rus y Kiki en la planta inferior y a Denna y Violeta en la superior.

Las chicas les habían recriminado un par de veces más el plan a los Majos, que jugaban siempre la carta de la pena. Al mismo tiempo, ellos les hicieron prometer que se comportarían como personas adultas y que, como mínimo, se conformaban con que no terminasen detenidas por la Guardia Civil.

Cerca de las ocho de la tarde, Martin, Bea y Juanjo empezaron a recoger.

- ¿Ya os vais? - Preguntó Chiara, llena de ansiedad por quedarse a solas con sus ex compañeras.

- Tenemos que irnos, tenemos una cena en Málaga dentro de un par de horas. - Explicó Juanjo.

- Y yo me vuelvo en el último tren a Madrid, que mañana por la mañana tengo reuniones importantes.

- Entonces, ¿es verdad que nos quedamos solas? - Intervino Ruslana.

Martin asintió.

- ¿Y Violeta? - Se interesó Denna.

Sus amigos suspiraron.

- Ni idea. - Dijo el vasco. - La conversación por teléfono con ella fue... Curiosa.

- Por simplificarlo mucho. - Apuntó el maño.

- Le mandamos los detalles y la ubicación por Whatsapp, pero no nos respondió. - Siguió el de Bilbao.

- ¿Creéis que se ha rajado? - Cuestionó la rubia, con un tono apenado.

- No me sorprendería. - Se metió Ruslana. - No sería la primera vez que nos hace bomba de humo.

Denna la asesinó con la mirada. Chiara sintió que se le apretaba el nudo en la garganta.

- Ella sabrá lo que hace. - Indicó Juanjo, un poco dolido con la actitud de la periodista. - En cualquier caso, vosotras tres intentad no mataros. Tenéis todo indicado y explicado, pero si dudáis con algo, nos escribís sin problema.

- Y mañana os llamamos para ver que tal va todo. - Añadió Martin.

Se despidieron entre abrazos y algún 'os odio' susurrado al oído. Cuando el portal se cerró y los artífices de la idea pusieron rumbo a otros lugares, las tres ex compañeras suspiraron a la vez.

Iba a ser una noche complicada, estaba escrito en el aire.

- Y ahora... ¿qué?

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Cenaron por separado, sin interactuar entre ellas. Denna optó por quedarse en la cocina repasando sus redes sociales. Ruslana y Chiara se fueron al sofá y comieron delante de la tele, pero sin conversación. Ninguna de las tres estaba segura de hablar. Ninguna sabía qué decir para romper la tirantez extrema que se respiraba en el ambiente.

Cuando estaban poniendo el lavavajillas, escucharon un claxon. Se miraron un poco extrañadas, pero creyeron que serían Juanjo y Martin volviendo arrepentidos tras dejarlas allí. Abrieron el portal y salieron al jardín para recibir de nuevo a los invitados.

Pero se encontraron con otra invitada.

Porque del vehículo que acababa de entrar por la puerta no salieron ni los Majos ni Bea. Salió otra cara conocida. Una que algunas de ellas se morían por volver a ver, mientras otras deseaban haber olvidado.

Entre Mis VersosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora