Con la intimidad y el amor que habían compartido en su última noche, Sana, Mina y Tzuyu sintieron que su vínculo se había fortalecido aún más. Sin embargo, esa conexión solo parecía intensificar el deseo que sentían unas por otras. Había algo en la manera en que se miraban, en cómo sus cuerpos respondían, que las hacía anhelar más, una conexión más profunda y apasionada.
Esa noche, después de un día de trabajo agotador, se encontraron nuevamente en su hogar, lejos de las miradas del mundo exterior. El ambiente estaba cargado de una electricidad palpable, una expectativa que las tres sentían pero no necesitaban expresar en palabras.
Después de una cena ligera, Tzuyu, con una mirada que no dejaba lugar a dudas, tomó la iniciativa. Se acercó a Sana y Mina, sus ojos llenos de deseo. Sana, siempre la más juguetona, sonrió, disfrutando de la tensión que se acumulaba entre ellas.
—Creo que es hora de continuar lo que empezamos —susurró Tzuyu, su voz baja y seductora.
Sana y Mina se miraron entre sí, sintiendo cómo la anticipación comenzaba a acelerarse dentro de ellas. Con un suave asentimiento, las tres se dirigieron a la habitación, donde las luces tenues y la suave música creaban un ambiente perfecto para lo que estaba por venir.
Sin esperar más, Tzuyu comenzó a desvestirse lentamente, sus ojos nunca apartándose de las dos mujeres frente a ella. Sana, incapaz de resistirse, se acercó para ayudarla, sus manos explorando el cuerpo de Tzuyu con una familiaridad que solo aumentaba el deseo.
Mina, más reservada pero igualmente apasionada, observaba con una mezcla de deseo y admiración. Pronto, también se unió, sus manos acariciando la piel de Sana y Tzuyu mientras se despojaban de la ropa que parecía una barrera innecesaria.
La cama se convirtió en el escenario de su pasión desenfrenada. Tzuyu, con su miembro duro y listo, tomó el control, pero no sin antes asegurarse de que Sana y Mina estuvieran completamente preparadas. Sus caricias eran lentas, provocadoras, encendiendo cada centímetro de piel que tocaban.
Los gemidos comenzaron a llenar la habitación mientras Tzuyu exploraba el cuerpo de Mina primero, sus labios encontrando cada punto sensible. Sana, observando con creciente excitación, no tardó en unirse, besando a Mina con fervor mientras Tzuyu la hacía suya, lenta pero profundamente.
El placer que sintieron fue más allá de lo físico; era una conexión espiritual, un recordatorio de lo que significaban la una para la otra. Cuando Tzuyu cambió su atención a Sana, el deseo que había contenido durante toda la noche se liberó. Sana la recibió con una mezcla de anhelo y desafío, disfrutando cada momento mientras Tzuyu la llenaba con su intensidad.
La noche se prolongó, con las tres entregándose una y otra vez, sus cuerpos y almas en perfecta sintonía. Cada toque, cada beso, era una reafirmación de su amor, de su compromiso inquebrantable.
Finalmente, agotadas pero completamente satisfechas, se acurrucaron juntas, su respiración entrecortada y sus cuerpos entrelazados. En ese momento de tranquilidad, sabían que su amor era único, algo que nunca dejarían ir.
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"Deseo Incontrolable"
FanfictionSana y Mina, amigas desde hace años, descubren una fascinación inesperada por Tzuyu, quien no solo cautiva con su presencia, sino también con su prominente miembro. A medida que su atracción se convierte en una obsesión, deciden acercarse a Tzuyu, e...