Capítulo 17: El Embarazo de Sana y Mina

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Las semanas que siguieron a su noche de pasión fueron un torbellino de emociones y descubrimientos. Sana y Mina comenzaron a notar cambios en sus cuerpos, pequeñas señales que, aunque sutiles al principio, se hicieron más evidentes con el tiempo. La posibilidad de un embarazo empezó a rondar sus pensamientos, llenándolas tanto de emoción como de inquietud.

Un día, después de una mañana particularmente tranquila, Sana decidió hablar con Mina sobre sus sospechas. Las dos se encontraban en la cocina de su hogar, preparando el desayuno, cuando Sana finalmente decidió abordar el tema.

—Mina... —comenzó Sana, su tono cargado de una mezcla de nerviosismo y anticipación—. He estado pensando... y creo que podría estar embarazada.

Mina, que había estado cortando frutas, se detuvo en seco, sus ojos encontrando los de Sana. Aunque ya había tenido la misma sospecha, escucharlo en voz alta hizo que su corazón latiera con fuerza.

—Yo... yo también lo he pensado —admitió Mina, su voz suave mientras dejaba el cuchillo a un lado—. He estado sintiendo cosas... diferentes.

Ambas se quedaron en silencio por un momento, procesando la posibilidad de que, en sus vientres, ya estuviera creciendo una nueva vida. Decidieron no esperar más y compartir sus sospechas con Tzuyu.

Tzuyu estaba en la sala, revisando algunos documentos de trabajo, cuando Sana y Mina se acercaron, sus expresiones reflejando la mezcla de emociones que sentían. Tzuyu, siempre perceptiva, levantó la vista y notó de inmediato que algo importante estaba a punto de decirse.

—¿Qué pasa, chicas? —preguntó, dejando los documentos a un lado y enfocándose completamente en ellas.

Sana fue la primera en hablar, con Mina a su lado asintiendo en silencio.

—Tzuyu, creemos que podríamos estar embarazadas —dijo, su voz temblando ligeramente por la emoción contenida.

El impacto de las palabras de Sana dejó a Tzuyu momentáneamente sin palabras. Aunque siempre había imaginado un futuro juntas, escuchar que Sana y Mina podrían estar esperando hijos suyos era algo que superaba sus sueños más profundos.

—¿En serio? —preguntó Tzuyu, su voz llena de asombro y alegría. Se levantó rápidamente y las abrazó a ambas, su corazón latiendo con fuerza—. Esto es increíble... no sé ni qué decir.

Las tres se abrazaron fuertemente, sintiendo una conexión aún más profunda. La posibilidad de convertirse en madres llenaba a Sana y Mina de un amor indescriptible, mientras que Tzuyu, con lágrimas en los ojos, sintió una mezcla de orgullo, amor y una gran responsabilidad.

Decidieron ir juntas a una clínica al día siguiente para confirmar sus sospechas. La espera fue agonizante, pero finalmente, los resultados confirmaron lo que ya sospechaban: Sana y Mina estaban embarazadas.

La noticia se difundió rápidamente entre sus amigas más cercanas, quienes las rodearon con amor y apoyo. Aunque el camino por delante estaría lleno de desafíos, las tres sabían que, con el apoyo mutuo, podrían superarlo todo.

Sana y Mina comenzaron a experimentar los primeros síntomas del embarazo, mientras Tzuyu se dedicaba a cuidarlas con devoción. Cada día, el vínculo entre ellas se fortalecía, y su amor por los futuros hijos que llevaban en sus vientres crecía con cada latido.

Las semanas pasaron, y a medida que sus cuerpos cambiaban, también lo hacía la relación entre las tres. Tzuyu se volvía más protectora, asegurándose de que Sana y Mina estuvieran siempre cómodas y bien cuidadas. Mientras tanto, Sana y Mina compartían momentos de intimidad, hablando de sus sueños para el futuro y de cómo imaginaban que serían sus hijos.

A medida que sus vientres comenzaban a crecer, la realidad del embarazo se hacía cada vez más tangible. Las tres se preparaban para el gran cambio que se avecinaba, sabiendo que, aunque el camino no sería fácil, estaban listas para enfrentarlo juntas.

"Deseo Incontrolable"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora