A pasos de leopardo

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9:23 AM
Pasaron unas 9 horas antes de que Alice despertara por completo, cuando abrió los ojos lo primero que vio fue que no estaba en el auto, ni en su casa, ni en su cama, este lugar le era completamente desconocido, también notó que no traía la ropa que recordaba haberse puesto por la mañana, en vez de eso tenía una pijama de corazones rositas, pensó en lo peor.. seguramente Jacob era uno de esos tipos de redes oscuras de trata de menores que se gana la confianza de las chicas dulces y luego las duerme y vende a algún viejo verde, su imaginación volaba quizás debido a que solía ver muchos programas de asesinatos y casos sin resolver.. justo cuando quiso bajarse de la enorme cama la puerta se abrió..

Jacob: Hola nena, dormiste bien? -sonrió

Alice: Donde.. estamos..

Jacob: En mi casa cariño, no me gustó nada lo que paso ayer y pues.. no sabía que hacer.. así que te traje conmigo -sonrió nervioso

Alice: me secuestraste..

Jacob: yo no le diría así, tu no te bajaste del auto cuando aún estaba apagado y no pusiste resistencia amor~

Alice: yo.. yo..

La pequeña no sabía ni que decir, enserio la habían raptado, sus nervios la invadieron empezó a desesperarse y uso el más básico de los instintos humanos al miedo, correr.
Con pasos torpes y tambaleando se bajó de la cama y corrió tan rápido como sus dormidas piernas se lo permitieron, alejándose de la habitación a toda prisa pasando por un pasillo brillante donde toda la decoración era minimalista blanca con dorada tan deslumbrante que parecía oro, aun así no paraba la marcha, se cruzó con unas amplias y elegantes escaleras que bajó casi a trompicones*  corrió por toda la enorme sala de estar tropezando con parte de los muebles hasta que por fin alcanzo la puerta principal, que para su estado actual era muy difícil de penetrar la puerta era pesada muy pesada y ella tenía el cuerpo aun medio adormecido, más sin embargo la abrió y corrió, corrió y corrió huyendo de la cueva del lobo feroz.
Cuando se acabo el césped creyó estar en libertad pero unos altos muros beige y una hermosa reja de más de 4 metros de altura la recibieron, era frustrante, desesperante y solo pudo sentarse a llorar al pie de donde se encontraba, por su parte Jacob la seguía con preocupación él era consiente de que aún estaba muy débil para correr de esa forma, para su alivio ella no logró cruzar más allá de la reja por el enorme candado que puso a propósito por si eso llegaba a suceder, se acercó a ella y la cargo, pero esta se removió de sus brazos y empezó a correr de nuevo adentro. La paciencia del pelinegro se desbordó y se acercó caminando despacio para luego gritarle a Alice

Jacob: Señorita detente ahora mismo!! -resopló enfadado

Alice no supo si fue por su naturaleza obediente que se quedó quieta en la puerta principal de aquella mansión esperando la siguiente orden.

Jacob: no quería hacerlo hoy pero te ganaste un castigo..

Así sin mediar palabra el pelinegro volvió a tomarla en brazos y la llevó de vuelta a la habitación de la que había salido hace un momento atrás, se sentó en la cama y la acostó sobre sus rodillas.. entonces empezó..

¡PLAS! 1.. ¡PLAS! 2.. ¡PLAS! 3..

Jacob: bien, es suficiente, ahora ven aquí amor~ -dijo mientras la acomodaba sentada en su regazo frente a frente y comenzaba a acariciarle la espalda con delicadeza.

La pequeña se conmocionó un poco por el castigo y solo se quedó callada y se dejó mimar..
Al cabo de un rato ambos bajaron juntos a la cocina y se sentaron en la barra para desayunar, Jacob preparó cereal para su nena y para el huevo revueltos con pan tostado, al principio Alice se negó a comer, gruñia y todo pero una amenaza de otro castigo le hizo cambiar de opinión. Terminaron el desayuno para salir de nuevo, el pelinegro se vistió pero Alice no tenía ropa, el no le había traído nada y esa pijama con la que ella despertó la compro de camino, así que no tuvo más remedio que llevarla en pijama, estaba bien o eso pensó, pues el vaso de leche chocolatada que la pequeña bebía se le derramó todo encima, ahora si estaba de suerte hasta sus pantys salieron afectados finalmente todo una decisión arriesgada, subió y trajo una camiseta de el, que a Alice le quedaba bastante grande lo suficiente para cubrir su ahora desnudo trasero, sacó el auto y calentó el motor para luego partir a toda velocidad.
Una vez en el centro comercial, Jacob la levanto y se la llevo en brazos hasta la tienda de Kevin

Jacob: la llave

Kevin: eyy hola esa es? Tu pequeña?  Oh dios tienes una!

Jacob: la llave!! -dijo alterado

Kevin: calma calma -dijo mientras se la daba

El pelinegro no lo pensó dos veces para quitar la pared falsa y entrar con la llave, detrás de esta puerta secreta había toda una tienda tbdl con ropa de bebés tamaño adolescente promedio, tomo un par de cosas y el resto las dejo a elección de Alice, que otra vez se negaba a tomar una sola prenda pero la insistencia del mayor la hizo ceder estaba un poco asustada pero era obediente, finalmente el tomó pantys y unos cuantos tops y brasiers tiernos, la llevó al vestidor para empezar a cambiarla..

Alice: yo puedo sola

Jacob: déjame hacerlo por ti, eres mi sol no puedo dejar que hagas esto solita eres mi bebé~

Alice: pero.. -sollozo

Jacob: no.. no llores bebe no te haré daño si? Seguro no quieres que nadie vea tus partes de princesa en la calle o si? -dijo al tiempo que rozaba sus dedos sobre la camiseta en los pezones de Alice.

Alice: mm~ no.. no quiero que me vean..

Jacob: eso pensé -sonrió mientras la vestía con una camiseta oversize y un overol corto, al tiempo que le puso unos calcetines a juego y zapatillas blancas

El llevo toda la ropa que eligieron a la caja de pago, donde les esperaba Kevin

Jacob: bien, registra esto

Kevin: pero dime es tu nena? -sonrió

Jacob: si, es mía~ se llama Alice y es un poco tímida

Kevin: que ternura! En fin.. dejare esto en su auto más tarde, avisame a que hora lo quieres

Jacob: bien, adiós

Kevin: adiós!! Chao pequeña!!

Así, con ropa nueva se dirigieron a una tienda más...

Jacob: Hola marina, cual es el código. -dijo cortante

Marina: oh hola! Es 1302

Nuevamente el pelinegro se adentro en una puerta secreta acompañado de su nena, hay habian muebles de bebé tamaño adulto, había de todo, esta vez Jacob decidió todo pues notó la firmeza con la que su pequeña se negaba a elegir algo, salió con los códigos de los artículos que quería y se los dejo a Marina..

Marina: bien, puedes decirle a tu chófer que venga por esto en una hora más o menos.. espera ella es.. -miró a Alice- es.. tu pequeña ahhhh!!! No te creo!!! Es tan linda no pensé que tuvieras una, espera llamare a Milo!
Milo era el pequeño de Marina un rubio tierno y dormilón "el niño de mami"

Milo: oh.. holi!!

Alice: ...hola..

Jacob: disculpala pequeño mi nena no es muy social aún que digamos y es nueva en esto entonces está un poco tímida aun..

Una vez más el pelinegro se llevó a la pequeña en brazos hacia el Mustang rojo y partieron a toda velocidad a casa o mejor dicho a la mansión.
Al cabo de un rato llegaron y la pequeña del cansancio se quedó dormida en los brazos del mayor que la dejó delicadamente en la cama y la observo dormir complacido.
A las 2 horas exactamente a las 3:15 pm llegaron los muebles y la ropa de la nena, los encargados instalaron todo tal como se les ordenó y se marcharon, todo era tan perfecto~

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Trompicones: caminar tropezando y resbalando constantemente

La niña de PapiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora