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Luego de ese día me frecuentaba como Jacob todos los viernes a las 3 pm en la biblioteca, en el mismo lugar, y siempre hacíamos lo mismo sin cansancio, salir a las 5 pm a dar vueltas en el auto de lujo a toda velocidad, en una de estas ocasiones no fuimos a dar una vuelta, el me llevó al un lugar diferente, era un conjunto de apartamentos muy lujosos, me invadió el pánico pero al mismo tiempo pensaba.. "todo estará bien" al ingresar me tomo de la mano con delicadeza y me invito a ingresar abriendo la puerta para que yo entrará primero, era muy lindo, tenía un estilo minimalista pero muy agradable y acogedor, nos sentamos en el sofá a conversar, el se sentó muy cerca a mi y dejo un tierno beso en mi cabello, fue sinceramente tierno, me lleno de escalofríos pero me encantó.
Luego de varias horas Jacob me sugirió ir a dar otra vuelta, salimos nuevamente del apartamento con camino a su auto, una vez dentro y con el auto en marcha la velocidad se apoderó del motor llevándonos mucho más lejos de lo que normalmente vamos, fuimos a un campo lleno de flores silvestres; con mucho cuidado el pelinegro adentro el auto teniendo precaución de no dañar lo por debajo, lo ubico en el centro del campo y apago el motor..

Jacob: ¿Sabes porque te traje aquí preciosa? -Sonrió

Alice: ¿Vas a asesinarme y dejar mi cuerpo en medio de este bello campo a 1 hora de la ciudad y luego desaparecerás así como llegaste porque conseguiste lo que querías de mi y ya no me necesitas más?

Jacob: Peque.. ¿Porque me ves tan mal eh? Siempre piensas que voy a matarte - dijo mientras reía - Te traje aquí-continuó- porque quería que vieras el atardecer querida~

Alice: ¿Y luego me asesinas? -sonrei-

Jacob: se ríe - si claro porque no?

Desabrocho mi cinturón de seguridad y corrió su asiento lo más atrás que el riel le permitió, me levanto sin esfuerzo y me sentó en su regazo, nuestros pechos se apretaban entre sí y podía sentir su corazón latir con tanta calma..
Gire ligeramente mi cabeza a un lado y note lo que me había mencionado, el bello atardecer..
El sol comenzaba a morir dejando a su paso colores cálidos, naranjas, rosados, y violetas, el ambiente era bastante romántico y cursi pero me encanto, el.. tenía ese toque que te hacía pensar que era diferente y especial..

No se en que momento me quedé dormida entre sus brazos, solo se que cuando desperté eran alrededor de las 8 pm y yo aun no había regresado a casa, lo primero que vi al abrir los ojos fue a este atractivo hombre de cabellera negra profunda que al parecer también estaba despertando, me sonrió y dejo un tierno beso en mi frente. No quise interrumpir la tierna escena pero era muy tarde ya, el sol había desaparecido por completo y había dado paso a la brillante luna, el cielo estaba de un color azul intenso y no quería irme, quería aferrarme a el y dormir más, pero debía regresar a casa seguro mis padres estaban furiosos..

Alice: Jay..

Jacob: si nena? -sonrio

Alice: es.. es un poco tarde, debo volver a casa.. -suspire

Jacob: oh.. que lastima, te ves tan linda así.. pero esta bien, vamos amor~

Nuevamente me cargo y me puso de vuelta en el asiento de copiloto, abrocho mi cinturón de seguridad y me dio otro tierno beso en el cabello antes de poner nuevamente el auto en marcha (a toda velocidad) directo a mi "hogar"
Luego de unos minutos me dejo a una calle de distancia para que los vecinos no sospecharan nada y me fui so,a caminando, con la incertidumbre de que pasaría cuando llegara a casa a esa hora..
Abrí la puerta y entre, camine de puntitas hasta mi habitación y en cuanto estaba por girar el pomo de la puerta sentí como una enorme y pesada mano me agarra a con fuerza del hombro y me tiraba hacia atrás con ira

Curt: ¿¡Donde carajos estabas?! -Grito furioso mi padre

Alice: p-papá.. perdón no quise tardar tanto se me fue el tiempo con Cinnamon y..

Curt: ¡No me mientas maldita zorra! ¿Con quien carajos te estabas revolcando? -Grito

No me dio tiempo de responder, el se avalanzo sobre mi dándome golpes en todo mi cuerpo, para luego sacar la correa de su pantalón y golpearme con la hebilla de la misma causandome rasguños y heridas poco profundas, en uno de sus bestiales ataques resbaló perdiendo un poco su equilibrio, momento que aproveche para escabullirme a mi habitación y cerrar la puerta con seguro, desde afuera solo podía escuchar el ruido de la tele y a mi padre maldiciendo. Me hice bolita en el suelo y comencé a llorar, me ardían las heridas y dolía como el carajo..
En pocos minutos y en medio de mis lagrimas mi móvil comenzó a sonar, era Jacob..

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La niña de PapiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora