La niña de Papi

Quiero ir a casa

''Marcus mete esta zorra a la cajuela, es hora de sacar la basura''. Fueron las últimas palabras que escuchó Sara antes de que un objeto de gran tamaño le golpeara la cabeza dejándola inconsciente por horas. 

Despertó ese lado oscuro del lobo que parecía extinto pero que solo se estaba preparando para atacar al insoportable animal que deseaba que lo devoraban, a fin de cuentas el lobo no comia todo tipo de carnes.. su paladar era muy selecto..

Al despertar lo primero que la ahora cautiva chica notó fue que estaba inmóvil sobre una silla vieja de madera, atada de manos y pies, con una cinta en los labios acompañado de dolor de cabeza y una débil iluminación creada por un bombillo amarillento. La confusión y el terror la inundaron, intentó moverse, fue inútil, una sombra.. no.. dos, emergieron de la oscuridad con sonrisas sádicas en el rostro demostrado claras señales de no querer ayudarla.

Jacob: Bonjour -amplió su sonrisa

Marcus: ya era hora... -dijo con una mueca

La confusión ahora era mayor, si entendía que sus actos fueron graves porque intento asesinar a Alice pero ''no era para tanto'' creyó que la echarían sin más y ya pero esto.. le parecía extremo, quizás era porque no conocía los alcances del pelinegro, ni a su retorcida y oscura mente que mantenía el perfil de un hombre sereno, amoroso y protector, esto.. solo era el comienzo.

El pelinegro empezó con cosas ''suaves'' como hacer pequeñas cortaditas en la piel que fueran lo suficientemente superficiales para no causar mucho sangrado. Luego prosiguió con clavar en su piel pequeños objetos cortopunzantes y sacarlos mientras se formaban líneas rojas por los brazos de la afectada, pero luego se aburrió de sus intentos de gritos bajo la cinta y se la retiro, las lágrimas le caían a mares por toda la cara junto con otros fluidos rojizos y suplicaba como la perra que era. Pero igual le pareció bastante aburrido, así que de la pequeña y vieja mesa de madera que tenía  junto a el tomo una navaja con excelente filo que brillaba con debilidad, era el instrumento ideal. Con habilidad y sadismo creo lineas desde la parte interior de las mejillas de Sara hasta cerca de las orejas creando una enorme y sangrienta sonrisa que dejaba ver todos sus dientes, su lengua y tejidos a carne viva'

Jacob: Me aburres... espero que entiendas que esto si fue por Alice, piensalo un poco es el amor de mi vida, hablo enserio no hay cosa que no haría por ella y tu perturbaste su paz, la hiciste dudar de mi, eso es inaceptable. Pero ya jugue contigo suficiente, Marcus acaba con esto y vámonos. -Suspiro- Extraño a mi nena.

Marcus: Será un placer mi señor..

Así sin penas, sin expresiones ni sentimientos algunos acabó con la vida de Sara de un escopetazo desde la parte interna de lo que quedaba de su boca sangrante, sonrió satisfecho y se dispuso a desatar el cuerpo inerte para alimentar los lobos de la nieve que habían estado durante todo el proceso aullando afuera del lugar.

Como siempre digo.. estamos llenos de sorpresas, ¿Quién pensaría que Alice se saldría de su habitación y entrara en el auto donde estaba el pelinegro? ¿Cómo fue que no se dieron cuenta de que se escondía en el auto? Cuando Alice despertó de la posición incómoda en la que estaba noto el automovil vacio y salio de este, afuera solo encontró una especie de cobertizo de madera que se veía muy viejo, ingresó con cautela en medio de la oscuridad y que vio? A su guardaespaldas Marcus, el ''grandote'' como solía llamarlo disparandole con una escopeta de cacería a.. Sara?! su cara ya muy desfigurada explotó al impacto de bala, le cayó sangre a la pequeña curiosa en la cara, solo unas gotas bastaron para asustarla y traumarle. No grito, solo se quedo en shock.

Jacob: Oh... pequeña traviesa que haces aqui? creí haberte dejado en cama -sonrió

Alice: ustedes...