Mi parte favorita

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Whilelm

Estaba acostado en mi cama, mirando el techo sin pensar en nada en particular, cuando el sonido de un mensaje entrante me sacó de mi mente. Estiré la mano para agarrar el teléfono, esperando que fuera solo una notificación más, pero al ver el nombre de Julia en la pantalla, fruncí el ceño.

Julia
¿Quieres salir?

decía el mensaje. Lo leí varias veces, procesando la pregunta. Por un momento, consideré ignorar el mensaje y quedarme en mi cuarto, pero un sentimiento incómodo me hizo detenerme.

No quería estar solo, no ahora.

Suspire, dándole vueltas en la cabeza si realmente quería salir. Finalmente, con un impulso, escribí una respuesta antes de que pudiera cambiar de opinión.

Whilelm
Sí, ¿a dónde vamos?

Envie el mensaje, preguntándome si era lo correcto o no.

Julia
No lo sé, quizás a un parque.

Suspiré, no estaba realmente de humor para salir, pero ya había dicho que sí.

Me levanté lentamente, sintiendo el peso del día en mis hombros. Cada movimiento se sentía pesado, pero sabía que tenía que hacerlo. No podía cancelarle a Julia ahora, no después de haber confirmado. Así que, sin pensarlo mucho más, comencé a prepararme para salir.

Me puse un suéter, aunque no hacía tanto frío. Al abrir la puerta de mi habitación, me encontré con el pasillo vacío y en silencio. Era después del horario de clases, y sabía que no debía estar por ahí. No quería arriesgarme a que alguien me viera, así que me detuve un momento, pensando en mis opciones.

Mi ventana.

Siempre había sido una salida de emergencia, aunque rara vez la usaba. Me acerqué a ella, abriéndola con cuidado para que no hiciera ruido. El aire fresco de la noche me golpeó en la cara, haciéndome sentir un poco más despierto. Miré hacia abajo; no era una gran caída, pero suficiente como para hacerme dudar por un segundo.

Finalmente, me subí al marco de la ventana y, con un último vistazo a mi habitación, me deslicé hacia afuera. El jardín estaba tranquilo, y el único sonido era el crujido de mis zapatos al tocar el césped. Me quedé quieto un momento, asegurándome de que no había nadie cerca, y luego me dirigí hacia la parte trasera del edificio, donde sabía que no me encontrarían.

El parque no estaba lejos, pero llegar hasta allí sin ser visto era otro desafío. Pero ya estaba comprometido, y no podía volver atrás.

El camino hacia el parque estaba oscuro, pero lo conocía bien. A pesar de la tranquilidad de la noche, mi corazón latía más rápido de lo que esperaba. Tal vez era la adrenalina de haber escapado por la ventana, o tal vez era el nerviosismo por encontrarme con Julia en estas circunstancias.

Cuando llegué al parque, me detuve un momento para respirar hondo. El lugar estaba casi desierto, solo unas pocas luces iluminaban los bancos y el sendero principal. Mis ojos se acostumbraron a la casi oscuridad, y entonces la vi.

Julia estaba sentada en uno de los bancos, con las piernas cruzadas y su atención centrada en su teléfono. La luz de la pantalla iluminaba su rostro, y parecía perdida en sus pensamientos. Me acerqué lentamente, aún intentando mantenerme en las sombras, como si parte de mí no quisiera ser visto.

Finalmente, me detuve a unos pasos de ella, y alzó la mirada, notando mi presencia. Una sonrisa suave se dibujó en su rostro cuando me vio, y guardó su teléfono en el bolsillo de su chaqueta.

-Hola -dije, con la voz un poco más baja de lo que pretendía.

Julia se levantó del banco y se acercó a mí.

Es solo un amigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora