Capítulo 42

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Previamente:

Izuku de Sagitario había arrojado una Flecha Dorada, un arma capaz de matar dioses, pero con astucia fue regresada por el Dios Hypnos, enterrándose en el pecho del caballero peliverde, dado que una vez que la flecha es arrojada, no terminará de avanzar hasta clavarse en su objetivo.

Eso fue un quiebre en la mentalidad de Ibara, alguien que siempre pensaba que muchos podrían tener perdón de Dios, o al menos del que ella creía. Apretó con furia el cetro de Athena.

Ibara: Hypnos.... -susurraría molesta- HYPNOS YA!!!!

Hypnos: asique finalmente actúas como la representante de la diosa de la guerra -diría vistiendo su armadura

Antes de que alguien hiciera algún movimiento un alumno pelirrubio, ojos como de caricatura, musculoso, usando un don de intangibilidad se haría presente

???? Power!!!!

Hypnos: Noveno -diría sorprendido, no esperaba que el poder del One For All, con tan pocos portadores en su noveno portador sea tan poderoso.

All Might: Togata-shonen

Sin embargo, eso no fue lo único que había pasado, un brillo dorado se haría presente en el suelo resaltando la palabra "Αθήνα", junto a numerosos papeles en el suelo brillando de la misma forma con la misma inscripción

Hypnos: qué es esto? mi poder..... disminuye

Periodista: ya puedo moverme

All Might: igual yo

Hakurei: ya deberían poder moverse -diría ingresando mientras sostenía unos papeles- (fue buena idea haber copiado esa prisión de mi hermano) -pensó algo aliviado por ello.

Hypnos: son sellos de Athena..... pero cómo?......

Actualmente:

Izuku había caído en seco siendo atrapado por Aldebarán en el suelo, mientras la clase 1-A se acercaba mirando con horror el cómo terminó su compañero. El único que fue capaz de levantarse y atreverse a atacar al Dios del Sueño, aún con toda la presión de su poder, incompleto, pero eso no dejaba de significar que Hypnos no dejara de ser un Dios. Sólo había uno de la clase 1-A que a pesar de tener miedo, miraba con un fuerte sentimiento de odio al Dios del Sueño, Katsuki Bakugo, pues después de tanto tiempo que logró arreglarse con el peliverde retomando su amistad, ahora un bastardo lo dejaba malherido, muerto, quién sabía, mientras él se quedaba quieto por su poder sin poder hacer nada.

Adicionalmente los periodistas jamás perdían nada para filmar y transmitir a un Japón totalmente paralizado del terror. Una Comisión De Héroes observaba todo en shock, molesta, con terror, dado que después de haber reinado como los dioses de la sociedad, haciendo, deshaciendo, matando y controlando a su antojo, había aparecido alguien a quien jamás, ni siquiera en sus más perversos sueños podrían llegar a controlar. Todo cuanto construyeron, todo cuanto crearon y demás para poder mantener el estatus de la sociedad del momento, con esa aparición, un ser ajeno a los humanos, alguien con un poder más aterrador de lo que jamás pensaron, ajeno a un quirk y perteneciente a alguien que nunca esperaron, estaba derrumbándose poco a poco.

La sociedad Japonesa rezaba, oraba a cualquier deidad que pudiera escucharlos, que volviera All Might, que les diera su merecido, pero nada pasaba y el mencionado ante la vista de todos, era mostrado como era, un humano aterrado, sin poder moverse para hacer algo. Ese día algo cambió en mucha gente, los héroes, ya no iban a ser tan queridos en la sociedad, dado que su dependencia los orilló a que el más fuerte esté como un gatito asustado, tristemente, la sociedad jamás asumiría su culpa, pues culparían a los héroes de ello.

El Legado DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora