Epílogo

34 5 2
                                    

Con el tiempo, Esteban y Sabrina se adaptaron a la nueva vida sin Ana. Aunque siempre la recordaban y la extrañaban, sabían que había encontrado un hogar donde sería amada y cuidada.

Un día, recibieron una carta de los padres de Ana. Les contaban que Ana estaba muy feliz en su nuevo hogar y que siempre hablaba de Esteban y Sabrina con cariño. Incluso les enviaron una foto de Ana sonriendo y abrazando a sus padres.

Esteban y Sabrina se miraron, sonriendo. Sabían que Ana estaba en buenas manos y que siempre llevarían un pedacito de ella en sus corazones.

Y así, la historia de Esteban, Sabrina y Ana llegó a su fin. Una historia de amor, cuidado y despedida. Pero también una historia de esperanza y felicidad, sabiendo que Ana había encontrado un hogar donde sería amada y cuidada.

Fin.

AnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora