Kıʀıᴋ İᴘʟɪᴋʟᴇ Bᴀğʟı ┆𝐬𝐞𝐲𝐟𝐞𝐫

Capitulo 21

Ferit y Seyran caminan juntos, disfrutando del paisaje y del amor que los une. Ferit le muestra las flores silvestres y le habla de sus significados. Seyran se siente fascinada por su conocimiento y pasión.

De repente, Ferit se detiene y mira a Seyran con intensidad. -Quiero mostrarte algo más-, dice, tomándola de la mano.

Seyran se siente emocionada y curiosa. -¿Qué es?-, pregunta.

Ferit sonríe misteriosamente. -Ven y verás-, responde, llevándola a un lugar secreto.

El mirador escondido es un rincón secreto, rodeado de pinos y arbustos, con una vista panorámica del valle. El sol, ya cerca del horizonte, envía rayos dorados que iluminan las colinas y los campos verdes. El cielo se tiñe de naranja, rosa y púrpura, creando un espectáculo natural impresionante.

Ferit y Seyran se encuentran en el borde del mirador, con la brisa suave acariciando sus rostros. El aire está lleno del aroma de pinos y hierbas, y el sonido de los pájaros cantando en la distancia.

Seyran se siente abrumada por la belleza del paisaje. -Es... es increíble-, susurra, su voz llena de emoción.

Ferit se acerca a ella, rodeándola con sus brazos fuertes y cálidos. -Me alegra que te guste-, dice, mirándola a los ojos con una sonrisa.

Seyran se siente cómoda en sus brazos, sintiendo el calor de su cuerpo y la seguridad de su abrazo. -Es perfecto-, dice, sonriendo, mientras se apoya en su pecho.

Ferit sonríe también, y la besa suavemente en la frente, dejando un rastro de calor en su piel. -Estoy feliz de estar aquí contigo-, dice, su voz llena de sinceridad.

Seyran se siente emocionada por el gesto, y mira a Ferit a los ojos, viendo la profundidad de sus sentimientos. -Yo también-, responde, su voz apenas un susurro.

El momento es mágico, con el sol ocultándose lentamente, y el valle iluminado por la luz dorada del crepúsculo. La brisa suave y el canto de los pájaros crean una atmósfera romántica y tranquila...

Seyran mira a Ferit con una mezcla de curiosidad y preocupación, su frente fruncida y sus ojos llenos de empatía. -Ferit, ¿qué pasó entre tú y Kaya? ¿Y qué papel jugó Nuket en todo esto?-

Ferit se queda paralizado, su expresión cambia a una de shock y sorpresa. Sus ojos se abren de par en par, y su boca se queda abierta, como si no pudiera creer lo que acaba de escuchar. -¿Cómo... cómo sabes sobre Nuket y Kaya?-, pregunta, su voz temblando como una hoja en un día ventoso.

Seyran nota su reacción y se acerca, preocupada, su rostro reflejando una profunda compasión. -Por favor, Ferit, necesito saber qué pasó-, dice suavemente, su voz como un bálsamo para el alma herida de Ferit.

Ferit respira hondo, recordando, y su pecho se eleva y desciende lentamente. -Mi hermano Fuat me contó sobre los traumas de mi infancia-, admite, su voz baja y dolorida, como un susurro en la oscuridad.

Seyran se acerca más, su rostro inclinado hacia Ferit, como si quisiera absorber cada palabra, cada emoción. -¿Qué pasó exactamente?- pregunta suavemente, su voz como un susurro de consuelo.

Ferit continúa, su voz quebrada, como un vidrio roto que no puede ser reparado. -Teníamos entre 5 y 6 años... Nuket siempre estaba interviniendo en la mente de Kaya, haciéndole creer que yo era el culpable de todo. Kaya me odiaba, me culpaba por su infelicidad. Un día... un día me empujó escaleras abajo. Me lastimé gravemente-.

Seyran se horroriza, su rostro pálido, sus ojos llenos de lágrimas. -Lo siento tanto, Ferit-, susurra, su voz como un lamento.

Ferit se derrumba, sollozando desconsoladamente, su cuerpo sacudido por el dolor y la tristeza. -Nuket se aseguró de que Kaya creyera que era culpa mía. Que yo era el responsable de su infelicidad. Kaya me odiaba, y yo... yo no entendía por qué. Fuat me protegió, me cuidó, pero... pero el daño ya estaba hecho. Mi corazón estaba roto-.