Tropezó varias veces con sus propias túnicas en busca de Wen Ning, Huaisang notó la actividad que empezaba a bullir a su alrededor. Los Wen supervivientes ya estaban en movimiento, algunos preparando el desayuno, otros atendiendo los cultivos. A pesar de las circunstancias difíciles, había una sensación de comunidad, de resistencia compartida que resultaba conmovedora.
Finalmente, divisó a Wen Ning cerca de un pequeño huerto. El joven Wen no estaba solo; lo acompañaba una mujer mayor que Huaisang no reconoció. Ambos parecían estar examinando algunas plantas medicinales.
-Joven maestro Wen -llamó Huaisang, acercándose a ellos-. Buenos días.
Wen Ning se volvió hacia él, una leve sonrisa curvando sus labios. -Buenos días, joven maestro Nie. ¿Cómo se encuentra Wei-gege?
-Parece estar mejor -respondió Huaisang-. Ha despertado y está más lúcido. Me preguntaba si podrías revisarlo nuevamente.
La mujer que acompañaba a Wen Ning los miró con curiosidad. Tenía el rostro surcado de arrugas, pero sus ojos brillaban con inteligencia y una fuerza que hablaba de años de supervivencia.
-Así que este es el amigo de Wei Wuxian -dijo, su voz áspera pero no desagradable-. Soy A-Li. He estado ayudando a Wen Ning con las hierbas medicinales.
Huaisang inclinó la cabeza en señal de respeto. -Es un placer conocerla, señora A-Li.
Wen Ning asintió, recogiendo algunas hierbas del huerto. -Iremos juntos a ver a Wei-gege. A-Li tiene experiencia tratando heridas como las suyas.
Los tres se dirigieron de vuelta a la cabaña. Huaisang no pudo evitar notar cómo los demás Wen los miraban al pasar, sus ojos llenos de una mezcla de curiosidad y cautela. Se preguntó qué pensarían de él, un miembro de una de las grandes sectas, caminando entre ellos como si fuera uno más.
Al entrar en la cabaña, encontraron a Wei Wuxian sentado en la cama, apoyado contra la pared. Su rostro aún estaba pálido, pero sus ojos brillaban con más fuerza que antes. Sonrió al verlos entrar, aunque Huaisang notó cómo esa sonrisa flaqueó ligeramente al ver a A-Li.
-Vaya, vaya -dijo Wei Wuxian con fingida alegría-. ¿Acaso he muerto y despertado en el cielo? Tantas visitas importantes.
A-Li resopló, acercándose a la cama sin ceremonias. -Deja las tonterías, muchacho. Estás vivo gracias a la terquedad de estos jóvenes. Ahora, déjame ver esas heridas.
Mientras A-Li y Wen Ning examinaban a Wei Wuxian, Huaisang se mantuvo a un lado, observando. Cada vez que Wei Wuxian hacía una mueca de dolor, Huaisang sentía como si le clavaran una aguja en el corazón. Quería hacer algo, cualquier cosa, para aliviar su sufrimiento.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, A-Li se apartó, asintiendo con satisfacción.
-Está sanando bien -declaró-. Las hierbas que Wen Ning ha estado usando son efectivas. Un par de días más de reposo y podrás moverte sin tanto dolor.
Wei Wuxian sonrió, esta vez con genuina gratitud. -Gracias, A-Li. No sé qué haría sin ustedes.
-Probablemente estarías muerto en una zanja -respondió A-Li secamente, pero había un deje de afecto en su voz-. Ahora, descansa. Y tú -se volvió hacia Huaisang-, asegúrate de que coma algo. Está demasiado flaco.
Con esas palabras, A-Li y Wen Ning salieron de la cabaña, dejando a Huaisang y Wei Wuxian solos una vez más. El silencio que cayó entre ellos estaba cargado de una tensión que Huaisang no podía nombrar.
-Bueno -dijo Wei Wuxian finalmente, su voz suave-, parece que me estoy convirtiendo en toda una celebridad aquí. Primero tú, luego Wen Ning, y ahora hasta A-Li viene a verme. Me siento halagado.
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Bajo la sombra de las flores, NieXian
FanficBajo la sombra perfumada de los árboles de loto, Wei Wuxian, el alguna vez célebre cultivador, vaga solo por el mundo. Ha sido injustamente desterrado y despojado de su estatus por el poderoso Clan Lan, su antiguo hogar. Ahora, sin un lugar al cual...