Lo que había empezado como un método para ayudarse mutuamente durante la cuarentena, había ocasionado que toda su vida cambiara para siempre, uniéndolos de una forma que jamás se imaginaron.
Ahora eran tres corazones.
Historia escrita para el reto A...
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“Estoy a dos segundos de vomitar” era lo que pensaba Buck por tercera vez en menos de 20 minutos, mientras veía los minutos pasar en el reloj de la sala de espera. Al menos agradecía que fueran los únicos en la consulta, no sabía cómo hubiera reaccionado si además de soportar las náuseas hubiera tenido que soportar las miradas de extraños sobre él. En cualquier momento podría parecer que estaba aquí por alguien más, pero bastaba con solo ver a su compañero paseándose de un lado a otro de la habitación para suponer el porqué de su visita.
“Estoy a dos segundos de vomitar y es culpa de Eddie”
El exmilitar caminaba de un punto de la pequeña salita al otro una y otra vez, de ida y vuelta, tantas veces que casi estaba seguro que la alfombra ya tenía su marca, pero tanto maldito movimiento no estaba ayudando en nada para que el estómago del rubio se calmara. Ya le había pedido que se sentara, pero su amigo ni caso le había hecho…
Y para colmo ya estaban retrasados.
Entendía que por todo lo que estaba pasando en el mundo todo tenía que tomarse con mayor precaución, especialmente las consultas médicas, pues tenían que ser desinfectadas y preparadas entre cada paciente, pero Buck nunca había sido una persona muy paciente de todas formas.
“Estoy a dos segundos de vomitar, es culpa de Eddie y no hay un bote de basura cerca”.
-Eddie…
-Ya deberíamos haber pasado- lo cortó el susodicho, sin voltearlo a ver, siguiendo su camino de ida y vuelta otra vez.
-Estas desinfectando, es pro…
-Protocolo COVID- lo cortó nuevamente, pasándose una mano por el cabello, moviendo los pies de ida y vuelta… y otra vez.
-Eddie…
Ida y vuelta, otra vez.
- ¿Quieres que vuelva a preguntar si ya es tu turno?
-Ellos nos van a avisar- dejó caer la cabeza contra la pared.
Ida y vuelva, otra vez.
“Estoy a dos segundos de vomitar, es culpa de Eddie, no hay un bote de basura cerca… y voy a manchar la alfombra”
Ida y vuelta, otra vez.
“Estoy a dos segundos… a uno… voy a vomitar”
De un momento a otro el contenido de su estómago subió a su garganta y ya no pudo retenerlo más… Bendito Dios, en cuanto se dobló para soltarlo un bote de basura apareció como por arte de magia justo frente a él.
-Oh Dios, Buck…- sintió la mano de Eddie en su espalda, frotando círculos.
-Lo siento…- gimió, con los ojos cerrados.
-No se preocupe, pude ver el momento en que cambió el color de su rostro y logre llegar a tiempo- escuchó la voz de una mujer y al abrir los ojos vio a la recepcionista, quien le sonreía ligeramente. - Le traeré un poco de agua.
- ¿Sabrá cuánto tiempo más tendremos que esperar?
-La doctora Rollings ya los está esperando, después de que le traiga el agua podrán pasar. - Buck le sonrió, agradecido, y Eddie al fin pudo suspirar.
Algunos minutos después, con el sabor de la bilis fuera de su boca, ya se encontraban en la consulta, sentados frente a una mujer de bata blanca, que les sonreía cálidamente.
-Dígame, Sr. Buckley, ¿a qué debo su visita este día?
-Estoy embarazado…- soltó, pero frunció el ceño- Bueno, me… me hizo una prueba… cuatro, en realidad- rectifico y por el rabillo del ojo pudo ver que Eddie reía suavemente- Y todas dieron positivo, asi que creo que eso significa que si estoy… ¿no?
La doctora sonrió aún más.
-Bueno, generalmente después de una prueba es recomendable hacerse una prueba de sangre para evitar falsos positivos, pero viendo que las 4 dieron ese resultado, puedo decir casi con seguridad que si lo está. Además, mi recepcionista me informo que presenta nauseas, ¿no? - tanto Eddie como Buck asintieron- Aun asi voy a tomar una muestra de sangre para mandarla al laboratorio, para comprobar que todos tus niveles son los correctos.
- ¿Entonces no sabremos nada hasta que estén los resultados?
-También haremos una ecografía en unos minutos, pero muchas veces el periodo gestacional es muy temprano y puede dificultar tener una vista clara del producto. ¿Podrían decirme una fecha estimada de la concepción?
Ninguno de los dos hombres pudo responder, porque realmente no lo sabían. El ojiazul había pasado varias horas el día anterior tratando de pensar en alguna fecha que pudiera corresponder, pero con la cantidad de sexo que habían tenido durante los últimos meses era como lanzar una moneda al aire.
Al no obtener respuesta, la doctora soltó una pequeña risa.
-Para eso también nos servirán tanto la eco como la prueba sanguínea, si el tiempo de concepción es poco la prueba nos lo confirmara, si no lo es podremos ver su tamaño en la pantalla.
- ¿Y con eso podremos saber si todo está bien? ¿Si el… él bebe está bien? ¿Está sano?
-Nos dara una idea más clara de todo. ¿Vamos? - Buck asintió y siguió a la doctora a la camilla que se encontraba al fondo de la habitación, con Eddie siguiéndole los pasos. - Acuéstese, Sr. Buckley. Suba un poco su playera y desabroche su pantalón, bajándolo lo suficiente para exponer la parte baja de su vientre. Haremos primero una sobre la piel, sino logramos ver nada valorare si es conveniente hacer una endouterina mejor.
- ¿Endo… que?
-Endouterina, significa que usaremos un aparato especial para ver dentro del útero, para ver como crece el producto.
- ¿Y eso por donde…? - Una mirada divertida de la doctora y de Eddie lo hizo callar. -Oh…
-Tal vez no sea necesario. Veamos si este pequeño es lo suficientemente grande- el rubio se estremeció cuando un gel frio cayó sobre su piel, soltando un pequeño siseo entre los dientes- Lo siento, debí advertirle que estaría un poco frio.
- ¿Un poco? - rodo los ojos y Eddie rio, por lo que su compañero lo fusilo con la mirada.
La doctora empezó a mover el aparato sobre su piel, esparciendo el gel, hasta que después de un minuto se detuvo en un lugar y apretó un poco más, lo que causo un poco de incomodidad, pero no dijo nada, solo vio como tecleaba algo rápido para luego sonreír.
-Aquí estas, pequeño… Oh Wow.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? - la voz de Eddie estaba cargada de preocupación y Buck sintió como le tomaba la mano, apretándola. - ¿Qué va mal?
-Nada va mal, no se preocupe- le aseguró- Solo me sorprendió el tamaño del feto. ¿Cuándo empezaron sus síntomas?
-Un par de días.
-Un par de semanas- admitió Buck, apenado- Dos o tres, tal vez.
- ¿Te sentiste mal por dos o tres semanas y no me dijiste nada?
-Pensé que era algo más, - se encogió de hombros un poco- no fue hasta que tuvimos esa llamada con la mujer que no sabía que estaba embarazada hasta que casi daba a luz que empecé a sospechar algo más.
-Buck…
-No me regañes. - rodó los ojos.
-No te regaño, pero debiste decirme. ¿Y si te hubieras puesto peor?
-Disculpen que interrumpa, pero…- se disculpó la doctora, con todo divertido- ¿les gustaría verlo? - No hubo necesidad de decir nada más, eso basto para que ambos voltearan a ver la pantalla. - Este de aquí es su bebe- señalo un círculo en el centro de la imagen- Dentro de este paquete crece el feto. Por las medidas puedo decir que estas entre la semana 11 o 12 de gestación.
- ¿Qué? ¿Tres… tres meses?
-Asi es, por eso me sorprende que apenas estes presentando síntomas, generalmente los hombres presentan más rápido.
-Oh Dios, no…- el terror invadió su cuerpo y podría jurar que empezó a temblar.
-Hey, tranquilo… hey- De inmediato el moreno se colocó frente a él y le tomo el rostro- Buck, tranquilo.
-Eddie, no…
-Todo está bien. - le aseguró.
-Eddie, son tres meses… tres meses donde no me cuide, estuve en rotación, entre a incendios, bebi. No cuide a este bebe… no cuide a nuestro bebe, Eddie.
-No lo sabias.
-Pero debí hacerlo…- pudo notar como una lagrima rodaba por su mejilla, que el exmilitar limpio con un pulgar- Debí saber que pasaba dentro de mí, es mi cuerpo… ¿Cómo pude no saberlo? Si algo va mal es por mí, porque no lo cuide.
-Sr. Buckley, no veo nada aquí que indique que algo está mal- le aseguró la doctora- El tamaño que veo en la imagen es el adecuado para el estado, veo un buen movimiento y…- un sonido lleno la habitación, un sonido que conocía muy bien. Un latido. Rápido y fuerte. Un latido hermoso. Un latido perfecto. - 155 latidos por minuto, justo lo que queríamos oír en esta etapa.
El sonido logro tranquilizar a Buck mucho más y se permitió respirar, calmando su corazón.
- ¿De verdad está bien?
-Nada de lo que veo indica lo contrario. De igual forma la muestra sanguínea nos ayudara a asegurar tus niveles para aclarar cualquier punto que podamos necesitar.
- ¿Y eso nos ayudara a saber si hay algo más que… necesitemos saber? ¿Algo genético o asi?
-Eddie…
- ¿Hay algún motivo genético que pudiera preocuparnos?
Eddie suspiro, pero asintió.
-Mi hijo- Buck frunció el ceño- Él tiene… tiene CP. Fue por nacimiento, tardaron en detectarlo porque no había señales en el embarazo… el parto duro mucho, no recibió suficiente oxigeno… pero sé que también se puede dar por genética… Solo el 14% de los casos se debe a eso.
-Lo sé, pero… quisiera saber. - volteo a ver a Buck y le sonrió con tristeza- Por cualquier cosa.
Buck amaba a Chris, era un niño maravilloso, pero sabía que sus primeros años no habían sido fáciles, especialmente porque no habían tenido un diagnóstico temprano, lo que había hecho que el niño tardara más en recibir las terapias y apoyos necesarios. Si por cualquier motivo este bebe tenía ese riesgo, era mejor saberlo, no cambiaría en nada lo mucho que lo amaría, pero Eddie tenía razón y estar preparados. Con eso y con…
-Mi hermano- soltó el rubio, haciendo que ahora fuera Eddie el que se sorprendiera. Desde esa visita de sus padres no habían vuelto a tocar el tema, sabía que era algo que dolía, pero por su bebe lo haría- Yo tuve un hermano… murió poco después de que yo nací… tenía leucemia. Y cuando le hicieron el trasplante de medula su cuerpo lo rechazo. Eso también puede ser genético.
-Entiendo- asintió la doctora, dándoles a ambos una sonrisa tranquilizadora- Pediré que hagan un mapeo completo de alguna enfermedad genética presente en su sangre, Sr. Buckley, de esa forma sabremos si hay riesgo de cualquier cosa. Y me gustaría hacer lo mismo con usted también- le dijo a el latino y este asintió. - Se que todo es muy confuso en este momento, que tiene mil preguntar en la cabeza y quieren asegurarse de que todo esté bien, pero necesito que se enfoquen en el aquí y el ahora. El feto está creciendo bien, tiene las medidas correctas y su latido es el adecuado, nos aseguraremos de que siga asi. Y para eso ambos deben estar tranquilos, especialmente usted- señalo al ojiazul- Su bebe depende de que usted este bien.
-Sera un embarazo de alto riesgo, ¿verdad?
-No lo creo. Si bien es verdad que un embarazo masculino es más cuidado que uno femenino la ciencia ha avanzado mucho. Hace menos de 30 años un embarazo masculino era casi imposible, ahora la mitad de mis pacientes son hombre. Las estadísticas no nos dicen nada, realmente. Solo preocupan, asi que, a partir de ahora, nada de estadísticas. - Eddie rio- Cuidaremos su embarazo, tendrás sus citas cada 4 semanas para ver cómo va todo, pero si en algún momento algo cambia nos adaptaremos. Lo que sí, y creo que esto no le gustara, es que deberá restringirse en su trabajo. Nada de correr dentro de incendios.
-Trabajo ligero- rio el exmilitar y el rubio grupo- Oh vamos, sabes que eso pasara. En cuanto Bobby se entere te pondrá fuera del camión, te recortara las horas y no harás más que llenar papeles y hacer inventarios. Y eso si no te mandan a descansar antes a casa por protocolo COVID.
Después de algunos minutos y de haber tomado ambas muestras de sangre, la doctora le entrego una carpeta con documentos a Buck.
-Aquí van todas las recomendaciones a tomar durante este mes, de igual forma agregue un plan nutricional para llevar un control de su peso y una receta para vitaminas y acido fólico, para ayudar al crecimiento del bebe. También va mi número particular, si en algún punto siente algo fuera de lo normal quiero que me llamen, no importa la hora. - Después le paso un sobre blanco a Eddie- Y estas son las imágenes de la ecografía, pensé que les gustaría tener la primera foto de su bebe para mostrar a su familia.
-Gracias, Doctora Rollings.
*****
Algunas horas después Buck despertaba en el sofá de la familia Diaz, sintiendo el cuerpo más relajado que en muchos días. El reloj de la pared indicaba la 1:30 pm y el sonido de trastes en la cocina lo hizo terminar de despertar.
-Por favor, dime que no estas cocinando nada. No quiero terminar vomitando… otra vez- pidió al entrar y ver a Eddie frente a la estufa, moviendo una pequeña olla.
-Que gracioso- rodo los ojos- Es un té de manzanilla, según los papeles que nos dio la doctora lo tienes permitido, y mi abuela siempre me lo daba cuando estaba enfermo del estómago.
Buck sonrió, era tierno que Eddie estuviera pensando en formas de ayudarlo aun cuando no era algo que se pudiera solucionar.
- ¿Dónde está Chris?
-En su cuarto, jugando videojuegos. Le pedí que no te despertara.
- ¿Deberíamos hablar con él ya? ¿Decirle sobre… el paquete?
-Dios, necesitamos buscar un mejor apodo- el rubio rio- Pero sí, creo que es mejor hacerlo ahora. La doctora dice que ya tienes 12 semanas, entonces no creo que falte mucho para que se te empiece a notar- Buck llevo una mano a su vientre y su amigo sonrió- No te imagino con una pequeña barriga de embarazo, apuesto a que brillaras.
-Me vere como una ballena- le aseguró, rodando los ojos. - ¿Cómo crees que lo tome?
-Realmente no lo sé, nunca me ha pedido tener un hermano… pero se trata de ti, asi que eso no me preocupa. Ese niño te adora.
- ¿Crees que se ponga celoso?
- ¿De tener un hermano? No. ¿De no ser tu niño favorito? Posiblemente. – de pronto soltó una carcajada- Ya no podrás decir que es tu Diaz favorito.
-Christopher siempre será mi Diaz favorito… Este bebe será Buckley-Diaz.
-Pues vamos entonces. Hora de decirle a Chris que tendrá un hermanito.