Lo que había empezado como un método para ayudarse mutuamente durante la cuarentena, había ocasionado que toda su vida cambiara para siempre, uniéndolos de una forma que jamás se imaginaron.
Ahora eran tres corazones.
Historia escrita para el reto A...
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Tratar de mantenerse normal en su turno en el trabajo 3 días después de haber descubierto que estaba embarazado y apenas una noche después de haber hablado con Eddie para que nadie de sus compañeros notara que algo pasaba con él era difícil… tratar de parecer normal mientras experimentaba las peor nauseas de su vida estaba siendo casi imposible.
Con un suspiro, colocó la cabeza sobre la mesa, escuchando el ruido de sus compañeros en la parte de abajo, esperando que el frio de la madera ayudara a refrescar su rostro y a calmar su estómago que atentaba con regresar el plato de avena que había logrado desayunar esa mañana.
Sabía que no era ideal que estuviera en rotación el día de hoy, que apenas había logrado dormir algo los últimos días y que tanto el cómo Eddie tenían mucho aun de que hablar, la noche anterior apenas habían logrado acordar mantener todo bajo control por el momento, al menos hasta que Buck pudiera tener su primer consulta prenatal, pero no habían tenido opción, gracias al protocolo COVID que el departamento de bomberos había impuesto no podían tomarse días vacacionales sin al menos una semana de haberlo requerido y cualquier solicitud por salud debía ser acompañado de un justificante médico. La solución más fácil habría sido decirle a Bobby lo que pasaba, pero realmente no estaba listo para eso, no estaba listo para que nadie lo supiera aún. No hasta asegurarse que todo estaba bien, que él bebe estaba bien.
-Hey…- levantó ligeramente el rostro para ver a Eddie sentarse junto a él, con el ceño fruncido. - ¿Qué haces?
-Recordando por que decidí desayunar esta mañana y tratando de no arrepentirme por ello.
- ¿Necesitas que te traiga algo? - Buck negó con la cabeza, regresando su rostro a la mesa- Tal vez deberías irte a casa, Buck.
-Sabes que no podemos, no sin darle a Bobby un buen motivo.
-Si le dices que te sientes mal, te aseguro que te dejara ir.
-Y eso los dejaría con un nombre menos- suspiró, cerrando los ojos- Además hemos tenido pocas alarmas y ninguna ha requerido trabajo físico.
-Pero…
-En casa me sentiría igual de mal que aquí, Eddie. Y, según he leído, es normal.
-Pero el doctor nos dirá más mañana, ¿verdad? - el ojiazul movió la cabeza, indicando que si- Ojalá te hubieran podido atender hoy.
-Atienden pocos pacientes por día, protocolo…
-… COVID, lo es- terminó el moreno, con un gruñido- El mundo trata de volver a su ritmo, pero todo nos sigue recordando lo que vivimos. - Buck no dijo nada, solo se encogió de hombros. Sintió como su compañero le frotaba ligeramente la espalda- Estoy preocupado, creo que me sentiré asi hasta que estemos seguros de que todo está bien contigo y… y con el paquete.
- ¿El paquete? - rio, incorporándose en la silla, de brazos cruzados- ¿Asi vamos a llamarlo?
-Lo siento, suena horrible, pero no se me ocurrió nada más.
