Durante su primer consulta la doctora les había dado una fecha estimada de parto, marcando el 15 de agosto como el día previsto para el nacimiento de su pequeño "paquetito", así que desde ese momento ese día había quedado marcado en el calendario de todos, incluso los turnos B y C sabían que esa fecha debían estar más pendiente de las llamadas de apoyo, especialmente de las que se presentaran cerca de la dirección de la nueva casa Buckley-Diaz.
Y cuando el día llegó toda su familia estaba en alerta, Maddie no dejaba de escribirle cada hora, Athena había dado muchos rondines por su casa en su turno, y sus compañeros constantemente le escribían en el chat para saber cómo seguía. Buck entendía el por qué, en su línea de trabajo habían visto muchas emergencias de partos como para tomarlo a la ligera, pero tanta supervisión lo había empezado a desesperar.
El peor de todos era Eddie, su pobre pareja se estaba volviendo loco, durante la última semana de su embarazo no dejaba de preguntarle constantemente si estaba bien, apenas lo dejaba moverse y cada que el rubio hacia algún sonido el pobre latino saltaba y en menos de dos minutos ya tenía la maleta del hospital en mano, cosa que hacía reír a Chris.
Pero al fin el bendito día llegó, ese marcado 15 de agosto... y nada pasó.
Llegó el 16... y nada.
Llegó el 17... y nada.
Oficialmente era 18 de agosto, 3 días después de la fecha marcada y Buck seguía tan embarazado como lo había estado todo el mes.
El rubio no entendía, se suponía que los embarazos masculinos raramente se pasaban de su fecha, y aun asi aquí estaba, oficialmente con 283 días de embarazo... y él bebe no parecía preparado para salir, no había ni cambiado de posición, ni había perdido el tapón mucoso que indicaba el inicio del proceso, incluso las malditas braxton hicks habían mitigado su presencia.
Es por eso que, en esa linda mañana, con Eddie revoloteando a su alrededor y Chris pasando el día con Denny, el ojiazul había decidido poner manos a la obra y ordenó de su restaurante favorito el pollo con curry más picante que tuvieran.
- ¿De verdad crees que esto funcione? - preguntó su pareja cuando el pedido llegó.
-A este punto estoy dispuesto a intentarlo todo.
Pero había algo de lo que Buck se había olvidado... que era norteamericano y blanco y que no sabía tolerar el picante.
-Jesús santísimo- se quejó en cuanto dio el primer bocado.
- ¿Demasiado picante, niño blanco? - rio Eddie, mientras comía su porción de curry.
- ¿Cómo puedes comer eso? Ni siquiera lo pude pasar.
-Nací y crecí en Texas, vengo de familia mexicana, mi abuela nos alimentó con pozole y menudo desde que pudimos comerlo, el picante es algo común para mí. Pero tú, mi amado rubio tan blanco como la nieve, subestimaste tu nivel de tolerancia. - Buck lo fusiló con la mirada y trató de tomar otro bocado, solo para terminar escupiéndolo en cuanto el sabor toco su lengua, haciendo que el padre de su bebe se carcajeara- No sé por qué te fuerzas.
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Three Hearts
RomanceLo que había empezado como un método para ayudarse mutuamente durante la cuarentena, había ocasionado que toda su vida cambiara para siempre, uniéndolos de una forma que jamás se imaginaron. Ahora eran tres corazones. Historia escrita para el reto A...