Lo que había empezado como un método para ayudarse mutuamente durante la cuarentena, había ocasionado que toda su vida cambiara para siempre, uniéndolos de una forma que jamás se imaginaron.
Ahora eran tres corazones.
Historia escrita para el reto A...
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Si Buck creía que el tener una relación amorosa con Eddie cambiaria en algo su día a día... estaba muy equivocado.
Todo seguía igual. Seguía pasando las noches en casa de los Diaz, manejaban juntos al trabajo, pasaba las 8 o 12 horas de su turno ayudando en lo que podía mientras los demás atendían emergencias, por las noches dejaba que Christopher le leyera un cuento a su vientre y al final terminaba durmiendo junto a Eddie... todo era igual que las ultimas semanas, con la diferencia que ahora al despertarse era con los labios de Eddie sobre los suyos, al manejar a la estación iban tomados de las manos, después de cada emergencia recibía un beso en los labios y una caricia en el vientre, al escuchar el cuento de Chris sabia que Eddie los observaba desde la puerta con una sonrisa y al volver a la cama pasaban la noche entre carisias, para después dormir abrazados.
Y era maravilloso.
Buck no recordaba la última vez que se había sentido de esta forma, la última vez que había sido amado asi, el sentimiento se parecía mucho al que tenia cada vez que compartía la noche con Eddie durante la cuarentena, pero ahora era más, era mejor, porque no solo era mientras estaban solos, sino en todo momento, el latino no tenia problema en mostrar su cariño al rubio cada que podía.
Sus amigos y familia no se habían mostrado sorprendidos en absoluto ante la revelación del cambio en su relación, el único ligeramente molesto había sido Chimney al tener que pagarle $50 dólares a Hen al haber perdido la apuesta de la estación. Incluso Bobby -quien les había hecho llenar miles de papeles más, desechando los anteriores- había expresado un "Al fin".
De todos, quien mas le habia preocupado, al igual que cuando le dijeron lo del bebe, fue Christopher... pero el niño apenas y había parpadeado, simplemente preguntando si ahora Buck se quedaría a vivir con ellos de forma permanente. Eddie había reído... Buck había tenido ganas de llorar.
Amaba a ese niño, amaba a su bebe dentro de él... y estaba empezando a amar al padre.
-Me haces cosquillas- se quejó, removiéndose un poco entre las sabanas de la cama.
-Tu papi esta de malas hoy, bebe- escuchó la voz de Eddie algunos centímetros lejos del.- ¿Te culpamos a ti por eso?
-Te culpo a ti- rodó los ojos y lo escuchó reír. Se incorporó un poco en la cama y bajó la vista hasta encontrar los ojos de su pareja. El hombre estaba recostado entre sus piernas, con la barbilla reposada suavemente sobre su vientre, el cual no paraba de crecer. Con 17 semanas ahora portaba un vientre del tamaño de un pequeño balón, pero el rubio sabía que seguiría creciendo.
- ¿Y a mí por qué? - lo vio sonreír y noto la risa en su voz.
- ¿Te recuerdo quien lo puso ahí? - Eddie sonrió más, de forma coqueta esta vez- Además, tú también me tuviste despierto hasta tarde.
- ¿Puedes culparme por eso? Entré al cuarto y te encontré casi desnudo.
