Capitulo 9

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- ¿Quien eres?. Habla antes de que te mate. -exclame mirándolo con seriedad.

- ¿Que quien soy?. Vamos sobrino. -el tipo tomo mi espada como si nada y la arrojó en el suelo para posteriormente abrazarme con mucha fuerza y alzarme. - Por papá, has crecido mucho en estos últimos 20 años.

- ¿Nos conocemos?. -la espada volvió a mi, pero esta vez desapareció.

Me soltó; aquel hombre rubio chasqueo los dedos y en su mano apareció un vaso con bebida alcohólica y comenzó a beber de ella.

- ¿Conocerte?. -rio de eso, termino de beber y luego se apoyo en la cama. - chico, todo el infierno te conoce. Raro sería que nadie te conociera. Mi nombre es Lucifer, a tu servicio, nada de Luzbel, Samael. Solamente, Lucifer, a tu servicio.

-  Helel ben Sahar.

- El resplandeciente. -asintio. - Hace muchos años que no escuchaba eso, siendo que los romanos me llamaron Lucifer mucho tiempo después pero oye, gracias a mamá puedo estar con mi nombre sin inventarme uno.

- Como -dije incrédulo. Me levanté hacia él y lo mire fijamente, sentía que mis manos estaban temblando. - Tú...dijiste sobrino, ¿Quien es mi padre? ¿Beelzebub, Asmodeus, Leviatan, Belial, quien?

- Cálmate chico. -Lucifer me puso las manos encima del hombro. De un momento a otro estábamos en la cocina sentados en la silla donde la mesa. En la misma cocina una criatura humanoide de casi un metro ochenta servía una cabeza cercenada de una cabra y nos lo sirvió a ambos. - ¿Gustas?.

- .... -no dije nada, simplemente le inque el diente a la cabeza y comencé a deborarlo poco a poco, el sabor era asqueroso pero ese mismo sabor me transmitia dulzura como si fuera un caramelo, como si esto fuera mi comida habítual.

- Sabes. -pincho un ojo para que lo lleve a su boca y comience a masticarlo, en las comisuras de su labio inferior cayó un poco de sangre que se quitó. - Esos humanos que han estado inventando cosas sobre mi como las de "Lucifer malo, lucifer mete crucifijo en el coño de virgen, unga unga" jajaja la verdad son graciosos esos simios.

- ¿Porque has venido aquí?

- Porque tú historia apenas comienza, chico. -tomo la cabeza de la cabra y la boca de Lucifer se abrió tanto que parecía un monstruo, se trago de una a la cabeza como si nada. - Tu padre, Satán, está demasiado furioso contigo. Que digo furioso, enojado, aunque claro, mi hermano siempre ha Sido de esa forma.

- Mi padre .... ¿Satán, no eres tú?

- No, que va. Es una creencia popular que piensen las personas que mi hermano y yo somos la misma persona. Es cuánto menos curioso. Yo soy orgulloso pero el tipo es testarudo y era quien se llevaba la mitad de las ofrendas. ¿Quien se cree?.

- Por que...

- ¿Porque Satán se acostó con tu madre, porque el señor del Averno se tomaría la molestia de tener un hijo con la madre de los dioses olímpicos?. No lo sé, él es bastante reservado con esos temas. Yo casi no tengo hijos, los últimos que tuve ... Bueno, están locos, estúpidos. Mejor dicho.  -entrelazo sus manos y se inclino hacia delante para verme. - Escuchame chico, tú estás maldito. Cuando estás en un estado máximo de estrés, miedo e ira tu poder demoníaco se acumula tanto hasta el punto que ya no razonas.

- Sabes lo que digo, Ricardo, ¿O acaso no recuerdas todas esas veces que te enojas y matabas a los niños y a los cuidadores en todos los conventos en que has estado? ¿Como esa iglesia te ha rechazado generando una especie de bloqueo a tus sentidos?. -me tomo del brazo, sus garras se clavaban en mi piel traspasando mi armadura corporal. - Dónde sea que vas, traes muerte y destrucción. En todos lados.

Un nuevo Semi-Dios (Percy Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora