Un nuevo Semi-Dios (Percy Jackson)

Capitulo 16

El enojo que sentía en mi interior era inmenso y es obvio que probablemente si sucumbo a mis demonios internos es posible que ya no vuelva hacer el mismo de antes. Sin embargo; no me importa, quiero proteger a la única persona que me importa en este mundo.

Cayendo en picada en vez de poder entrar en el campamento la barrera apareció impidiendo mi paso. Era obvio debido que mi lado demoníaco tomaba el control de mi cuerpo sin que mi parte titán y semidivina pudiera permitirme la entrada.

No tenía tiempo para esto. Mis puños empezaron a golpear más y más fuertes contra la barrera. Podía sentir como si mis puños fueran dos bombas gigantes explotando a la vez.

Junte mis manos y de un puñetazo en martillo la barrera se quebró en un hueco dejándome pasar.  El fuego de mis brazos no se apagaron y en vez de las alas que al principio tenía ese mismo fuego se empezaron a convertir en brazales de fuego puro en mis puños hasta los codos.

Caí al suelo; el estruendo que se formo fue suficiente para llamar la atención de todos en el lugar.

Mis oídos captaron un bramido acercándose a mi posición; gire mis ojos viendo como un toro mecánico se acercaba hacia a mi. Cuando ya estaba cerca de casi dos metros lance un puñetazo con la suficiente fuerza para destruirlo; el fuego de aquel toro mecánico se impregnó en mi brazo y con el contacto el toro, o lo que quedaba de él, exploto en pedazos.

- ¡¡Ricardo!!. -la voz de Percy llegó a mis oídos.

Comenzó a correr hacia a mi, me abrazo y yo correspondi.

- Percy hablemos después. -dije, agarre a Backbitter en mi mano. - Hay que ayudar a Clarisse.

Asintió Percy.

De un momento a otro agarre a Perseo y lo lance hacia Clarisse; logrando agarrarla y hacer que evite un golpe del otro toro.

Di un salto acabando frente al toro mecánico; este se detuvo ante mi y comenzó a exhalar y bramar brasas de fuego hacia mi cuerpo. Cómo un lanzallamas, empezó a rociarme el fuego y en cuestión de segundos dejo de hacerlo.

El toro retrocedió al ver que ni siquiera me hizo un rasguño. Backbitter empezó a temblar y su hoja estaba impregnada de fuego vivo. Con un corte en vertical Backbitter expulsó el fuego creando una explosión en cadena contra el toro mecánico.

- ¡¡Perseo, suéltame!! -exclamo Clarisse, escuche a Percy caer al suelo. Me di la vuelta para ver como la hija de Ares iba directo hacia a mi. - ¡¡Pedazo de imbécil, porque demonios me quitaste a mi presa!!.

- Se veía que necesitabas ayuda. -dije sin más. Pase mi mano por la espada limpiando el carbón que tenía impreso.

- No vuelvas a meterte de en medio. -ella me dijo, abrazándome con fuerza. Yo también la abrace- Hice todo lo que me enseñaste ya hace tiempo. Estoy feliz de verte.

- Yo también Clarisse. -acaricie su cabello.

Nos alejamos un poco. Mande a Clarisse a cuidar a los suyos y me junte con Annabeth, Percy y Tyson.

- ¿Annabeth me puedes explicar porque esos monstruos pasaron por la barrera de Thalía?. -pregunte de manera seria ante lo ocurrido.

- Yo ... Antes que nada, ¿Si saben lo que es Tyson?.

- Una persona ¿No?.

- Es un ciclope. -dije. Percy me miro.

- ¿Que?.

- Es hijo de dioses con ninfas. Al principio no funciona bien y salen así. Es decir cíclopes. Seres gigantes o pequeños con un solo ojo de enmedio, parecidos entre lo que cabe a los humanos pero con la característica de un único ojo y con una fuerza abismal. -dije.

- Sabías que era un ciclope. ¿Porque no me lo dijiste?.

- Pense que lo sabías. Y no lo dije porque ví que no era peligroso. Aparte en términos humanos es un bebé todavía. Le falta desarrollarse. Los cíclopes se crian en solitario, seguro para ganarse el odio del mundo y participar en las guerras.

- Pero ... El resistió bolas de fuego de los leo... Algo, y no se quemó siquiera.

- Los cíclopes son criaturas que trabajan en las forjas de los dioses. Percy. -hablo Annabeth. - Son ... Errores, Percy. Cómo Ricardo dijo, son hijos de dioses y de las hijas de la naturaleza. Son sin techos para no decirles el nombre, y al ser hijos de dioses, bueno depende del dios en particular, generan odio en automático como si fuera predeterminado. No sé dónde te lo has encontrado. Debemos llevarlo ante Quiron para saber que hacer con él.

Yo le di una palmada a Tyson, solamente se sonrojo de la vergüenza por ser el centro de atención. No le di importancia de porque un ciclope era amigo de Percy hace meses atrás por qué se veía al chico bastante feliz de hecho, además que aquel cíclope no le hacía nada malo a Percy por lo cual lo deje pasar.

Nunca se lo dije a Sally debido que no quería que se preocupara por nada. Tal vez ella sabía bien el origen de Tyson o tal vez no.

Clarisse regreso; tomo un pañuelo y se limpio la suciedad del rostro.

- Jackson, si puedes sostenerte. Ponte de pie. Necesito que lleves los heridos a la casa Grande e informar a Tántalo de lo ocurrido.
- ¿Tántalo?.

- El director de actividades. -dijo, Clarisse, con impaciencia.

- El director de actividades es Quiron. Además. ¿Dónde está Argos?. Él es el jefe de seguridad del campamento. Debería de estar aquí.

Clarisse puso una cara avinagrada.

- Argos fue despedido. Habeis estado demasiado tiempo fuera del campamento. Los tres. Las cosas han cambiado.

- Quiron, por lo que entiendo, ha llevado más de tres mil años siendo el entrenador personal de los héroes. Él no pudo haberse ido así sin más. ¿Que ha pasado?. -pregunte.

- Pues ... lo que ha pasado. -Clarisse señaló hacia el árbol de Thalía.

Todos los campistas, incluídos yo, conocíamos la historia de aquel árbol. Hace tres años, Grover, Annabeth, Thalía y Luke habían llegado pero eran perseguidos por un ejército de verdad, un ejército de monstruos.

Cuando acorralaron aquellos semidioses, Thalía, una de las semidioses que Grover guiaba, se sacrificó para proteger a sus amigos. La hija de Zeus había decidido llamar la atención de los monstruos para ganar tiempo y que los chicos pudieran escapar al campamento.

Mi hermano Zeus, su padre, al ver que ella murió en una pelea digna para proteger a sus amigos se apiadó de ella y en señal de respeto la convirtió en un árbol. Su espíritu había fortalecido los límites mágicos del campamento, el pino había permanecido desde allí por mucho tiempo lleno de vida y de vigor.

Pero, lastimosamente, sus agujas se hallaban en amarillo. Había un montón esparcido por toda la base en torno del suelo. En el centro del tronco, a un metro de altura, se veía una marca del tamaño del orificio de una bala donde rezumaba savia verde.

Tenía mis sospechas cuando llegue. La razón del porque los monstruos mecánicos habían atravesado el campamento fue porque el árbol de Thalía, la misma Thalía, estaba muriendo lentamente.

La habían envenenado. Y creo saber quién fue el responsable.