Merriwether. Ese era el nombre de la escuela nueva de Percy y siendo sorpresivamente la única en la cual no se ha comportado como un idiota absoluto metiéndose en problemas y pleitos. Pero, ¿Podría yo culparlo realmente?.
A su edad me valía en las calles peleando y sobreviviendo, buscando comida en la basura y un lugar el cual dormir.
No le puedo decir a Percy que realmente está mal y que no; al fin y al cabo yo soy lo que está mal. En todo.
Dejando de dar vueltas en el asunto. Vi la entrada de dicha escuela. Afuera de ella, un conserje. Le pregunté acerca de los estudiantes si estaban en sus salones y me contesto que deberían de estar afuera haciendo algo sobre el señor de las moscas.
Nunca lo he leído, ¿Será una imitación barata de Él Señor de los Anillos?. Debería preguntarle a Percy cuando lo vea.
Me despedí de aquel hombre y fui hacia el patio trasero de la escuela. Viendo a mi hi...a Percy junto con Tyson y ese niño Matuel Slogan, ¿Ese era su nombre?. Que importa.
Percy le estaba hablando, obviamente se contenia en darle un golpe. Uno que efectivamente le rompería no solo unos cuantos dientes al pobre Mat.
Di una pequeña caminata por los alrededores, casualmente me encontré el mismo lugar donde Percy siempre se escapaba para ir él y yo juntos a entrenar o a comer algo afuera, sin embargo no iremos a entrenar ni a comer.
Pase, con dificultad por mi gran tamaño, pero pase. Por consecuencia fui el objetivo de mira de todos, tal vez por mi tamaño o mi extraña apariencia que no era de este lugar. Tal vez ambas.
Caminando aquellos niños que se encontraban al frente mío retrocedian y se hechaban a un lado. Iba a ir hablar con Percy pero lo que dijo ese niño Slogan me molestó.
- ¿Porque me das la lata, Jackson?. Quizás tendrías muchos más amigos si no pasarás tu vida entera defendiendo a ese monstruo.
Percy no dijo nada, no porque no quisiera defender a un Tyson llorando sino que a este punto ya me había visto. Agarre el columpio donde esté tipo estaba y lo sacudi para que me viera, su rostro fue un poema al verme.
Lo agarre del cuello de la camisa y lo obligue a mirarme. Fijamente, para que viera el furor de mis ojos.
- Escúchame niño. Tyson no es ningún monstruo. Creeme. No querrás conocer a uno. -dije tranquilo pero frío. Tirando al chico contra a él suelo haciéndose daño.
- Tú... ¡Ya vas a ver Jackson, tú y tus monstruos!.
Rodé los ojos. Ese chico se fue asustado con sus amigos acobardandose. Antes de ir a por Percy, mi nariz había captado un olor nauseabundo.
Monstruos.
Sin embargo, algo está interfiriendo con mi nariz, algo más fuerte que esto.
Me despedí de Percy debido que un profesor llegó y mando a todos entrar. Antes de que él chico pudiera decirme algo me largue para seguir aquel olor tan extraño.
Cuando salí a la calle, volví a olfatear aquello como un sabueso. Cerré mis ojos para concentrarme mejor. Hasta que me detuve y abrí mis ojos. Mi instinto apuntaba hacia arriba, el tejado, debido que algo se encontraba ahí.
De un salto llegué hacia el lugar. Sin embargo no había nada ni nadie. Pero el olor se intensificaba más y más.
Abrí mis ojos rápidamente, tome la funda de guitarra y bloquee un ataque que venía encima mío por detrás de mi espalda. El sonido del metal resonó por mis oídos y vi por el rabillo de mi ojo una guerrera portando dos espadas curvas.
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Un nuevo Semi-Dios (Percy Jackson)
Ciencia Ficción20 años .... he estado solo durante 20 años, en las calles más oscuras y frías de mi ciudad natal, sin comida, agua, ni un refugio estable. Ser un semidios no es para nada bueno. Es asqueroso, no puedo pegar un ojo sin que me tengan que perseguir pa...