𝐖𝐀𝐒 𝐓𝐇𝐀𝐓 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔 𝐍𝐄𝐗𝐓 𝐓𝐎 𝐌𝐄?┊Atrapada en un romance virtual dentro del vibrante mundo de "Love and Deepspace", Ashaely se enfrenta a la aterradora realidad de no poder escapar. Mientras su corazón se inclina hacia uno de l...
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La mirada de él la seguía a todas partes, aunque la tenía atrapada contra su cuerpo, su mano apretaba con fuerza su garganta.
Estaba loco, era un psicópata, pero la cercanía, la brutalidad de su presencia, le provocaba una sensación de terror y atracción que no podía controlar. La perspectiva desde abajo la hacía sentir vulnerable, atrapada. Apenas era más alto que Zayne, pero su poder era apabullante.
Las imágenes de su despertar se reproducían en su mente como un bucle infernal.
El hombre que había irrumpido en su casa, aplastado por sus zapatos como un insecto. Las patadas brutales, la sangre salpicando el suelo de la habitación sin ventanas. Ella, impotente, obligada a presenciar la escena. La mirada suplicante del hombre antes de que su cabeza se estrellara contra el suelo, la muerte repentina y la lucha por contener el vómito.
Lo odiaba con toda su alma, la repulsión la carcomía por dentro. Él quería provocar una reacción en ella, y lo había logrado. Lo había insultado con furia, y ahora, su mano era una mordaza sobre su garganta, robándole el aire, acercándole su rostro al suyo. Su corazón palpitando salvajemente, atrapada en una mezcla de terror y deseo.
─Monstruo. ─él saboreó sus palabras. ─Lo soy. Peor que un Wanderer, escoria, psicópata, asesino. ─la soltó, sin tomar distancia. ─Lo soy.
─Cierra la boca. ─musitó. ─¿Dónde está Alice?
Las cejas de Sylus se alzaron sobre sus ojos, sorprendido por la audacia de Asha. A pesar de que su cuerpo temblaba debajo de él, como una hoja al viento, sus palabras eran tan atrevidas, tan llenas de un lenguaje informal y provocador que, por un momento, se olvidó de su posición dominante.
─¿Alice? ─se burló.
─¿Le hiciste lo mismo que con ese hombre a ella? ¿Dónde está? ─insitió. Él suspiró.
─No tengo idea de a quien buscas.
─Tal vez solo la mataste, de todas formas nunca te oí preguntarle el nombre a ese tipo hace unos minutos.
─No me gusta infundir temor en personas más vulnerables que yo.
─¡Tú.. Mientes.
Sylus sonrió ladino, apretando sus manos alrededor de su cadera.
─No miento, cariño.
Todo lo contrario a sus palabras aprovechaba su tacto haciendola tragar saliva. Disfrutando sus reacciones.
─¿De verdad? ─vaciló.
─Eres una gatita tan crédula.
Él se acercó. Los ojos de la chica se dilataron, reflejando un miedo que luchaba por negar. Su respiración se aceleró, entrecortada, un ritmo frenético que lo atraía como un imán. Quería hablar, aliviar la tensión que los estrangulaba, pero ella se adelantó.
