𝐖𝐀𝐒 𝐓𝐇𝐀𝐓 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔 𝐍𝐄𝐗𝐓 𝐓𝐎 𝐌𝐄?┊Atrapada en un romance virtual dentro del vibrante mundo de "Love and Deepspace", Ashaely se enfrenta a la aterradora realidad de no poder escapar. Mientras su corazón se inclina hacia uno de l...
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En sus cortos veintidos años, nunca se había imaginado en una situación tan precaria, al borde de perder la vida.
Los momentos felices de su existencia desfilaron ante ella como una película antigua, cada escena vibrante con emociones intensas: el amor incondicional de su madre al verla nacer, las lágrimas de alegría de su padre cuando recibió su primer diploma de primaria, la camaradería de sus amigos, las risas en las fiestas, las noches llenas de pasatiempos, las mariposas en el estómago cuando se acercó a la persona que le gustaba.
Aquellos recuerdos, tan preciados, se agolpaban en su mente mientras el miedo la atenazaba.
Su estómago, incapaz de soportar la angustia, se rebeló. Apenas cruzó la puerta de su apartamento, la urgencia la obligó a buscar el baño con desesperación. El contenido de su estómago, la cena que tan solo tres días antes había disfrutado, salió disparada. Pálida como la luna, se tambaleó hasta el lavabo, buscando con afán enjuagar su boca antes de que Zayne, el único que podía ofrecerle un poco de consuelo en aquel instante, la viera en aquel estado tan vulnerable.
─Permíteme llevarte al sofá. ─sus ojos se encontraron con los suyos en el espejo. Él estaba allí, detrás de ella, la poca iluminación bañando su silueta en la puerta. Su mano extendida esperando su tacto.
─Zayne.. Yo, no veo de forma correcta y todo está dando vueltas.
─Ven aquí.. ¿Puedes caminar tú sola?
Asha, buscando apoyo en la creciente mareación que la invadía, intentó agarrar la mano de su doctor. Sus dedos se encontraron con el vacío, la náusea la superó y se tambaleó, a punto de caer. Él la sujetó por la cintura, evitando que se desplomara. Con cuidado, la guió hasta el sofá blanco de pelusa que flotaba en el aire.
Al dejarla caer con la mayor delicadeza posible, el sofá se hundió bajo su peso, como si un barco se encontrara con una ola gigante. Desesperada por encontrar algo a lo que aferrarse, sus manos se dirigieron a la corbata de él, aferrándose a la seda como un náufrago a un salvavidas. Sus rostros quedando a centímetros de distancia.
─Dr. Zayne. No me siento bien. ─el aire se espesó entre ellos, sus respiraciones se entrelazaron por un breve instante. Él se echó hacia atrás de golpe, evitando que el latido acelerado de su corazón se convirtiera en un rugido demasiado evidente.
─Haré un poco de alimento ligero para ti.
En el silencio reconfortante del sofá, ella observó a Zayne desaparecer en la penumbra de la cocina, las luces recién encendidas la obligaron a apartar la mirada. Anhelaba la tranquilidad de la oscuridad, un momento de calma para absorber la realidad de haber sobrevivido a ese día.
