Hablemos

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Las ultimas cinco noches habían sido bastante difíciles, apenas podía dormir pensando en la situación con Sam y A-Nueng y el poco tiempo que dormía las pesadillas me atormentaban.
La noche anterior Chet llegó para visitarme, me dijo que debía ir a atestiguar contra Jane, que aunque quisiera evitarlo no era posible ya que mi testimonio era de gran importancia.

Por otro lado la tía Nim estuvo cuidando de mi, se preocupaba porque pudiera comer, me ayudaba a bañarme y siempre estaba al pendiente de mis medicamentos. La enfermera hacía un buen trabajo también, en algunas ocasiones era un poco difícil lidiar conmigo y sin embargo ellas continuaban realizando sus trabajos con excelencia.

Hoy seguía acostada en mi cama, no tenía fuerzas ni ganas para levantarme, era un día en que sentía ganas de llorar sin parar, extrañaba a Nueng, extrañaba a Sam, no sabía si mi actitud era correcta, al final ellas tenían razón solo querían protegerme, pero todo salió mal, ellas no confiaron en mi.

– Khun Nueng – La tía Nim me llamó, mi habitación estaba a oscuras, así que no me moleste en mirarla.

– Te escucho

– Khun Sam está aquí

– Deja que entre

La mujer mayor no dijo nada más, salió de la habitación y a los pocos minutos entró mi hermana, quien comenzó a abrir todas las cortinas y ventanas.

– Te ves mal

– Gracias – Respondí con sarcasmo – Te recuerdo que recibí una herida de bala

– No te ves mal físicamente, te ves triste y decaída, no pareces mi hermana

– Si no te gusta como me veo puedes irte – Me cubrí el rostro con la sabana, pero Sam se apresuró a arrebatarme la sabana.

– Entiendo que pasaste una situación traumática, entiendo que estás dolido y crees que A-Nueng y yo traicionamos tu confianza pero es momento que también te pongas en nuestro lugar.

– No quiero

– Compórtate como la adulta que eres – Sam me miro con molestia – Reacciona Nueng, ¿Esto es lo que quieres para ti y A-Nueng?

– Dejame en paz Sam

– No, no lo haré porque también necesitas escuchar – Sam suspiró y se sentó a mi lado – A-Nueng llegó a mi con desesperación, no confiaba lo suficiente en su padre y ella sabía que yo haría hasta lo imposible para protegerte de cualquier peligro ¿Puedes culparla de eso?

– Me ocultaron la verdad Sam

– Ya lo sé – Mi hermana me dio un apretón en la mano – Pero teníamos miedo de perderte, A-Nueng y yo sabíamos que Jane era capaz de dañarte, solo queríamos mantenerte a salvo el mayor tiempo posible ¿Nos entiendes? Dime ¿Qué pasaría si un día corro peligro y Mon acude a ti? ¿Ignorarías su petición de protegerme?

– .....

– No lo harías, también me protegerías

– Me lastimaron Sam – Las lágrimas comenzaron a correr por mi rostro

– Lo sé – Sam me miró con culpa – Lo siento mucho ¿Está bien? Tal vez no fue la manera pero sólo pensábamos en tenerte a salvo – Sam tomo una leve respiración – ¿Alguna vez reflexionaste sobre como se siente A-Nueng? Se que estás concentrada en tu dolor pero creo que estás olvidando el de ella.

– Yo...

– A-Nueng fue obligada a dejarte, fue abusada por Jane, fue maltratada por Jane, vio como casi mueres ¿Crees que para ella fue fácil?

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