013. Cuidado con la presión.

1.3K 212 264
                                    

—¿Profesor Snape?

La italiana dudó ligeramente, entrando en la puerta semiabierta slgo dubitativa. El profesor alzó la mirada del libro que se encontraba leyendo para centrar su atención en la alumna.

—¿Lo molesto si entro?

—Ya ha entrado, Ferrario —observó Snape, invitándola a pasar con un ademán—. ¿Puedo ayudarla en algo?

—Yo... bueno, no exactamente a mí. Es decir, bueno si me ayuda a mí, pero no directamente, así que no estoy segura si...

—Déjese de rodeos y dígame en que puedo ayudarla.

Giovanna suspiró.

—¿Tiene usted idea alguna de cómo vencer dragones? —Snape le mantuvo la mirada, fijándose en los dedos nerviosos de la rubia que se tocaban los unos a los otros con insistencia. Volvió a subir los ojos para mirarla y una fina línea se dibujó entre sus labios, indicando su desaprobación.

—Me temo que no puedo ayudarla con ello. Sería trampa.

—¿Como?

—Quiere ayudar a Potter. Como profesor de Hogwarts no puedo permitir ello.

Giovanna mostró una expresión triste.

—No estaría ayudando a Potter, solo me estaría dando información que yo puedo dar a Potter para ayudarlo. Usted solo cumpliría con su rol de profesor.

Snape arqueó una ceja.

—Lamentablemente no puedo ayudarla.

—Por favor, profesor Snape —pidió la rubia en un tono suplicante. El semblante del profesor se relajó ligeramente—. Usted no es como siempre dicen, sé que tiene un corazón y que puede ayudarme.

El profesor suspiró, caminando hacia su estante de libros y sacando uno en particular.

—Como le diga a alguien que yo la he ayudado, me temo que la desaprobaré dos años.

• • •

—No trates de aturdirlos porque sólo lo harás enojar. Tal vez puedas utilizar algún tipo de distracción como un patronus o algo, pero en el dado caso de que tengas que matar a un dragón apunta al pecho.

—¿No puedes beber una poción multijugos y entrar en la arena en mi lugar?

—Sí puedo.

—¿En serio lo harías? —preguntó Harry con una pizca de ilusión y esperanza de poder vivir.

—No.

Su expresión se deshizo, lo que la obligó a soltar un suspiro pesado y acercarse al ahijado de su padre con una ligera mueca comprensiva. Colocó su mano en el hombro de Harry que la miraba atentamente.

—No puedes morir. Solo necesitas confianza en ti mismo y yo te la daré... te prometo que si siento que vas a morir entraré a la arena y mataré a ese dragón.

Harry estaba pálido, sin embargo logró asentir mientras se mordía con fuerza el labio.

—Gracias.

—No te dejes dominar por el pánico, Harry.

El de lentes volvió a asentir mientras se dirigían hacia donde todos los campeones estarían. Hermione los alcanzó a paso apresurado antes de que Harry entrara a la carpa.

Se despidió de Harry, y Giovanna hizo una mueca porque creyó que era un poco exagerado llorar por él cuando ni siquiera estaba segura si Harry se sometería a un peligro real.

END GAME  (H. Granger)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora