My baby

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Carola y Max, siempre han enfrentado situaciones de riesgo, pero nada se compara a lo de ese día.

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17 de Agosto de 1939

Una pequeña niña "peleaba" con su hermano.

¡Max! — Carola estaba molesta con su hermano — ¡Dijiste que veríamos a mamá!

Max no sabía cómo explicarle a su hermana, ¿Cómo lo haría? Era tan solo un adolescente de 12 años, tratando de no asustar a su pequeña hermana. ¿Cómo podría explicarle? ¿Cómo le diría que ya no quería vivir? No encontraba las palabras, o alguna manera de explicarlo, tal vez, Carola no lo entendería, tenía apenas 7 años, y Max nunca había tocado ese tema.

— Sí, pequeña, vamos a ir con mamá. Ya lo verás — Max trataba de contener sus lágrimas, no sabía dónde estaba, solo había escapado de casa y sin pensarlo se llevó a Carola. Ahora estaban solos, en lo que parecía ser un bosque, o algo así, solo corrió hasta que se cansó, y ahora, ya no sabía que más hacer.

— Max, tengo miedo... Este lugar es aterrador — Carola abrazaba con fuerza a Max

— Lo sé — Pausa — Carola... Si algo me pasa, prométeme que encontrarás la manera de salir de aquí — Max miro a su hermana, no quería que le pasará nada malo, pero tampoco quería regresar a casa

— Pero Max... — Max apretó las manos de la pequeña.

— Pero nada. Eres una niña muy fuerte e inteligente, yo sé que tú vas a poder cuidarte — Max sonrío, no quería ser alguien vulnerable o débil, no, no lo sería y menos frente a su hermana

— Vámonos, Max, papá debe estár molesto — Max tomo aire

— No. Por eso estamos aquí, él solo nos va a hacer daño, no confíes en él, Carola, solo nos quiere separar. Pero te vas a quedar a mi lado ¿Verdad? Somos hermanos... — Max tenía miedo, ya no podía ocultarlo.

— Sí... — Carola no pudo continuar, Max tapo su boca e hizo una seña, para que Carola no hiciera ruido. Ya los estaba buscando — ¿Pasa algo malo? — Carola susurro.

— Cuando tome tu mano... Vamos a correr, no grites ¿De acuerdo? — Max acercó su mano a la de Carola, y de un momento a otro, la tomo con fuerza. Ambos comenzaron a correr, como si no hubiera un mañana, estaban adentrándose más y más en el bosque.

— Max, espera — Carola soltó la mano de Max, obligándolo a parar — ¿Qué pasa? ¿De quién escapamos?

— Carola, Jos quiere... Hacernos daño, debemos alejarnos de él ¿Sí? Ya no hagas más preguntas, solo vámonos, ven, dame la mano — Max tomo la mano de Carola, pero antes de comenzar a huir, un sonido hizo que Carola gritara.

— ¡Max! — Una bala rozó el brazo de su hermano, la sangre comenzó a fluir, pero a Max solo le importaba Carola

— Corre... ¡Corre! No dejes que te atrape — Carola tenía miedo, pero obedeció, se lo había prometido a su hermano. Max solo pensaba en enfrentar a Jos, tal vez iba a terminar mal, tal vez terminaría muerto, pero no importaba, no importaba si eso pasaba, pero Carola debía estar bien.

Jos comenzaba a acercarse a Max, pero al estar a unos centímetros de él, lo ignoro, paso a su lado y comenzó a caminar hacia donde Carola había ido. Max trato de correr, pero su cuerpo estaba cada vez más débil, lo último que recordó, es el dolor de su brazo y el color de la sangre que salía de el.

Al despertar, Max noto que estaba en su habitación, un médico estaba atendiendo la lesión en su brazo, Max miro a su alrededor, pero un recuerdo lo golpeó en el pecho.
Carola, ¿Qué había sido de su hermana? Solo esperaba que Jos no la hubiera encontrado. Antes de intentar levantarse de la cama, Carola abrió la puerta de la habitación, entro en ella y se sentó a un lado de Max.
Su mirada estaba clavada en el piso, la pequeña jugaba con sus dedos, luego miro a su hermano, y comenzó a hablar.

¿Cómo te sientes? — Max sabía que algo no estaba bien. — ¿Aún te duele el brazo?

— No. Ya no siento dolor, pero — Max miro al médico, este ya había terminado su trabajo — Gracias, váyase, por favor. — El médico tomo sus cosas y salió de la habitación — ¿Te hizo algo? ¿Te lastimó? — Continúo Max

Carola bajo la mirada — No. Solo... Solo me regañó — Max se acercó a ella y tomo su mano

— Carola, dime la verdad — Pausa — ¿No te golpeó?

— Solo dijo algo... Es todo — Carola se alejo de Max

— ¡¿Qué te dijo?! — Max alzó la voz

— Es un secreto... Ya no hagas más preguntas, por favor — Carola estaba actuando raro, como si ya no quisiera convivir con Max.

— Perdón, si quieres hablar, puedes hacerlo, eres mi hermana, no debes de sentirte incómoda — Carola miro a Max, pero su mirada ya no era la misma, sus ojos ya no brillaban como antes.

— Sí, ahora es mejor que descanses, papá dijo que debes quedarte así, durante unos días. Antes de la media noche, vendré, y te contaré historias, así como tú lo haces conmigo. — La pequeña se levantó, se acercó a su hermano, dio un pequeño beso en su frente y salió de la habitación.

Ahora solo quedaba esperar, y esperar, hasta que la oscuridad se hiciera presente, Max tenía emoción, pero a la vez dudas, ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba Jos? ¿Cómo encontró a Carola? Pero ya no importaba, su hermana estaba bien, y era lo único que necesitaba. Solo debía descansar, al menos hasta que Carola regresara.

Continuará...

Toma y bebe de mí, aún te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora