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Sam Taylor-Johnson se sentó en su amplio y luminoso estudio, las manos cruzadas sobre la mesa de cristal. Su asistente, Claire, una joven de 27 años con un aire de eficiencia, esperaba en la puerta con una mezcla de curiosidad y preocupación. Sabía que algo serio estaba a punto de discutirse, pero no tenía idea de lo que estaba por venir.
"Claire, necesito hablar contigo sobre algo... inusual", comenzó Sam, su voz era firme pero había una tensión en su tono que no pasó desapercibida para Claire. La directora de cine, conocida por su carácter fuerte y su visión artística, parecía casi vulnerable, una imagen que Claire no había visto antes.
Claire se acercó y tomó asiento frente a ella, sintiendo la gravedad del momento.
"Voy a ser directa", dijo Sam, respirando hondo. "Aaron y yo... las cosas no están bien. Estamos considerando el divorcio."
Claire sintió un nudo en el estómago. Trabajar tan de cerca con la pareja durante años le había dado una perspectiva íntima de su vida, y nunca había imaginado que las cosas llegarían a este punto.
"Lo lamento mucho, Sam", respondió, sin saber qué más decir.
"Gracias", respondió Sam, suavemente, antes de enderezarse en su silla. "Pero no estoy contándote esto solo para informarte. Hay algo que quiero pedirte."
El silencio se alargó mientras Sam buscaba las palabras adecuadas. "Sé que esto puede sonar extraño, incluso inapropiado, pero quiero que te acerques a Aaron. Quiero que... seas su compañía, su amante."
Claire se quedó sin habla, la idea era impactante y completamente inesperada.
"No te estoy pidiendo que hagas esto por placer o por ti misma", continuó Sam, anticipando la reacción de Claire. "Lo hago porque necesito saber qué está haciendo, cómo se siente. Él confía en ti, siempre lo ha hecho. Y yo necesito estar al tanto, incluso mientras nos separamos."
El corazón de Claire latía con fuerza. Nunca había imaginado que se encontraría en una situación así. La petición de Sam era tan compleja como perturbadora. Pero mientras miraba a Sam, vio el dolor en sus ojos, el miedo a lo desconocido y a lo que vendría después del divorcio.
"No sé qué decir...", murmuró Claire, aún procesando lo que acababa de escuchar.
"Solo piénsalo", dijo Sam con un aire de resignación. "No tienes que decidir ahora mismo. Pero si decides hacerlo, te prometo que no te pondré en una situación difícil. Lo que más importa ahora es que alguien en quien confío esté cerca de él, para que no se sienta solo. Y para que yo no esté a oscuras."
Claire salió del estudio de Sam Taylor-Johnson con un nudo en el estómago, sus pensamientos girando en espiral. Nunca había imaginado que se encontraría en una situación como esa. La propuesta de Sam no solo era inusual, sino que rozaba lo surrealista. Durante años, Claire había trabajado como asistente personal de Sam, observando de cerca la dinámica entre ella y Aaron. A pesar de la diferencia de edad, su relación siempre le había parecido sólida, aunque últimamente había notado la distancia creciente entre ellos. Sin embargo, nunca habría esperado que las cosas llegaran a este punto.
