Los días se habían convertido en semanas, y las semanas, en el primer mes de clases, todo era tan monótono y aburrido como el primer año de universidad, lo único fuera de lo común eran las nuevas caras, que pronto pasarían ser conocidas.
Los primeros proyectos estaban llegando, era un estrés para todos los alumnos, maquetas, investigaciones, ensayos de libros que en su vida les volverían a servir más que para aclamar que lo leyeron.
Los días finales de verano, cuando el otoño se acercaba se sentían tan nostálgicos, era una sensación rara, las vacaciones habían terminado, sí, pero, había esa sensación que cada persona sentía. No solo en esta época, si no, en cada cambio de estación, aquel apretón en el pecho.
El viento solía soplar con más intensidad, tirando las hojas de los árboles, una parte de estas ya se estaban coloreando de naranja.
Jake suspiro como por milésima vez, esto sucedía cada inicio de semana; llegaba tarde.
Pero esta vez, Ni-ki lo había traicionado, el muy "buen amigo", que solía presumir ser, a cada persona, se había ido antes que él, dejándolo solo en este horrible y asqueroso cuento llamado.
Ser castigado por el señor Kim.
Un viejo malhumorado que solía aprovecharse de la juventud de los jóvenes, manteniendolos horas y horas limpiando las hojas que ya estaban en el suelo.
¿Y si no entraba a clase?, después de todo su carrera seria de los que viviría, tampoco era para tanto.
Observo la hora, habían pasado ya cinco minutos, y con lo puntual que era el viejo, seguro ya estaban a mitad de clase.
Sintió su cuerpo chocar con el de otra persona, pero, esta vez no fue su culpa, el golpe llegó por su espalda, y seguido de ello escucho como un líquido caía al suelo, agradeció a quien fuera posible que afortunadamente aquello no lo mojo.
— Realmente es tu pasatiempo favorita ir chocando con las personas — Pudo escuchar el tono cargado de molestia junto a aquella voz rasposa a su espalda, ¿pero que decía?, él no se había fijado por donde iba, Jake solo era una víctima.
Observo a solo unos metros la entrada al infierno llamada, clase. Bien, si llegaba tarde, que eran treinta segundos más.
— ¿Perdona? — Giro su rostro encontrándose con aquel bonito chico que estaba junto a Jungwon la última vez, casi se desmaya, pues después de no verlo por semanas fielmente creyó que había sido una ilusión.
Y tenerlo ahí, ahora, frente a él, se sentía tan irreal.
— Fíjate por donde vas. — Noto la diferencia de altura entre ambos, era leve, en comparación con el alfa castaño y su mejor amigo. — Dame permiso, voy tarde y solo me estas quitando el tiempo.
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Viento y melodía
Fiksi Penggemar[Jakehoon] La sociedad solía ser muy. . .preferente en cuanto a parejas, y él había sido criado desde muy pequeño para siempre pensar en lo que "los demás pensarian" antes que en sus propios deseos, siempre complacer a todos antes que a si mismo, y...