CAPÍTULO - 03

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Matthew.
Alemania, Berlín.

Pasé mi lengua por su pezon erecto mareándome con la exquisitez de su cuerpo, llevando una de mis manos a su otro pecho masajeándolo cómo si fuera el manjar más apetecible. Segundos después le di la misma atención con mi lengua, sintiendo cómo su cuerpo se arqueaba en busca de atención en otros lugares.

Dejé besos suaves desde el camino de sus tetas hasta su cuello, chupando y mordiendo con la intención la intención de dejar esa huella morada que duraría días en borrarse. No tardé en llegar a sus labios, chupando su labio inferior, para después darle paso a mi lengua para que juegue con la suya.

No sé qué mierda tiene esta maldita loca pero sabe cómo gloria, su cuerpo, piernas, pechos y culo eran una maldita obra bajada desde el mismísimo cielo y yo estaba disfrutando de ello.

Dejé de masajear una de sus tetas llevando mi mano hacia su entrepierna, sin dejar de besarla en ningún momento. Quisiera tener cinco bocas más para ir besando distintos lugares de ella, pero tenía que conformarme con tener una sola lengua.

Toqué su sexo encima de la fina tela que se suponía debía cubrirla, pero era tan delgada que el contento era casi directo. Sonreí en medio del beso al sentir su extrema humedad por encima de la prenda.

Con mi otra mano tomé con fuerza sus mejillas, dándole una bofetada haciendo que arqueada su espalda en busca de contacto más directo con su sexo.

Hice la tela aún lado con intención de introducir mis dedos cuando escuché sus gemidos incrementándose,
haciendo que mi autocontrol disminuyera.

Pasé mis dedos por su clitorís mordiendo sus labios, soltando un gruñido por la desesperación que sentía, posé mis dedos en su entrada, haciendo  presión para introdu...

Desperté de golpe abriendo los ojos, desorientado por una milésima de segundos hasta que recordé donde estaba.

Íbamos en un Jet camino a Bremen, no se cuanto tiempo duré dormido. Sentía calor a pesar de ver a los demás usando abrigos. Volteé a una de las ventanas viendo el horizonte acompañado de nubes blancas y un cielo color amarillo. No tardaríamos en descender.

Me paré del asiento con intención de entrar al baño, pero una incomodidad se hizo presente y cuando baje la vista entendí porqué.

Caminé hacia los baños y la puerta estaba cerrada, miré al pasillo haciendo nota mental de todos los presentes. Dos agentes de auxiliar, los gemelos Meyer, Ward, Isaac...

Kaira.

Todos estaban con los ojos cerrados pero cómo siempre la niñata tiene que destacar en todo.

Toqué dos veces esperando que no tardara mucho, pasaron unos segundos hasta que decidió abrir la puerta y salió del baño secando sus manos con papel.

Sus iris hipnotizaban, tenía un color verde claro queriendo ser gris que jamás había visto antes. Labial rojo, pestañas prominentes y nariz fina. Sin mencionar que tenía el mejor cuerpo que antes haya visto, y vaya que he visto muchos de diferentes estilos y colores.

La misión requería vestimenta formal, y no sé que mierdas pretendía pero el plan era pasar desapercibidos. Tenía un vestido de gala color negro que se le ajustaba a la perfección dando una increíble vista de sus tetas. Kaira es una mujer que sí o sí tienes que voltear a mirar cuando pasa por tu lado, tengo la leve sospecha de que aún con una bolsa de basura puesta, su increíble culo sería lo más llamativo y primero te fijarías en eso, que en la bolsa.

VENDETTA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora