Los pequeños rayitos del sol comenzaban a entrar al igual que todas las mañanas, iluminando poco a poco toda la habitación.Juanjo comenzó a abrir perezosamente sus ojos, hasta que se encontró a escasos centímetros a ese rostro angelical que hizo que los abriera de golpe.
Martin estaba entre sus brazos, con la cabeza apoyada sobre su pecho, rodeándole su torso, haciendo que Juanjo, se estremeciera al verlo... Recordando entonces que fue el quien se atrevió a abrazarlo la noche anterior, sorprendiendo al del bigote y cayendo casi al instante, profundamente dormido.
Y en aquel momento, estaba sucediendo al contrario; lo que le hizo sentir a Juanjo una paz y una tranquilidad increíble... Ver al chico que le estaba ayudando tantísimo, que se preocupaba por el y que en algún momento comenzó a volverle loco; sobre su pecho dormido... le hizo replantearse demasiadas cosas...
El más alto comenzó a trazar con sus yemas figuras aleatorias sobre los brazos y la espalda de Martin, haciendo que se le erizara la piel, abriendo entonces poco a poco los ojos.
Martin por su lado, sonrió emocionado frente a aquel diferente despertar; siendo incapaz de no pensar en lo poco que tardaría en poder acostumbrarse a que sus días comenzaran siempre así... En lo feliz que le hacía que lo primero que contemplara al despertar fuera al chico del que se estaba enamorando...
—Buenos días cascarrabias—susurró Martin sin poder contener una sonrisa, dejando un besito en el pecho del maño.
—Buenos días niñato—respondió mientras sonreía, sacándole la lengua, en tono de burla— Te ha parecido cómodo el cojín? —preguntó con ironía, en cuanto Martin se separó un poco, incorporándose al lado suyo.
—El mejor que he probado nunca la verdad —dijo sacándole la lengua en el mismo plan.
—Sabes que es "Imerovigli"?—preguntó Juanjo, mientras que Martin negaba con la cabeza —Pues es lo que vamos a ver hoy así que vístete que nos vamos—Fue lo último que dijo Juanjo levantándose de la cama, no sin antes revolverle el pelo con una sonrisa.
Martin se quedó unos instantes más en la cama, procesando todo lo que en muy poco tiempo estaban avanzando... Realmente quería que saliera bien, ansiaba porque sucediera.
Cuando ambos estaban preparados, cogieron sus mochilas con todo lo que necesitaban para el día, salieron de la habitación, bajando al buffet a desayunar, juntos.
Aquel día, Juanjo, después de tanto tiempo que ni lo recordaba, se despertó con muchísima hambre, sorprendiéndose incluso a el mismo, así que, se cogió un poquito de todo...
Martin no dijo nada al llegar a la mesa y ver todo lo que Juanjo había cogido, sin embargo, le emocionó el hecho de que todo estuviera cambiando, incluso su apetito... Y era consciente de que en parte era por el...
Unas ganas inmensas de llorar de la emoción se apoderaron de su cuerpo, aunque las reprimió de golpe comenzando a hablar para evitarlo.
—Y bien? —preguntó frente a el —Cuéntame que es eso raro que me has dicho que íbamos a ver —dijo Martin sonriendo, haciendo que Juanjo soltara una carcajada...
—Pues es una pequeña aldea —comenzó a decir —No te suena "Trekking de Skaros?
—Quedo muy de inculto si te digo que no?—preguntó
—Bueno un poco —sonrió Juanjo moviendo los hombros, restándole importancia —Está construido sobre un acantilado y tiene unas vistas de la caldera y del mar Egeo increíbles —dijo emocionado —Te va a encantar.
—Seguro que si —dijo Martin mientras desayunaban, comenzando un silencio demasiado cómodo.
—He visto que hay unas calles más tranquilas y bohemias de estas que te gustan —volvió a decir Juanjo tras unos minutos en silencio, únicamente disfrutando del desayuno.
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la apuesta
FanfictionNinguno de sus amigos lo sabía, pero Martin, llevaba años fijándose en aquel chico... Juanjo Bona. Un día, con su grupo, hicieron una apuesta; Martin debía de conseguir enamorar al chico que más raro les parecía... Martin, aprovechó aquello para ace...