𝘈𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘢 𝘢𝘮𝘢𝘳 [ 𝙈𝙖𝙣𝙙𝙮 𝙭 𝘾𝙝𝙚𝙨𝙩𝙚𝙧 ]

. 𖦹˙ 🍭 Capitulo 4

Se estaba acercando el cumpleaños de Mandy, ella estaba muy emocionada pues cumpliría 18 y tendría una gran fiesta con un vestido hermoso. Todo el palacio se estaba preparando para su fiesta. Mandy estaba en su habitación y decidió ir a bañarse, pues faltaban dos días para su cumpleaños y estaba demasiado feliz. Pero cuando Mandy fue a bañarse, Chester se metió a su habitación con el propósito de hacer una broma. Decidió meter en el closet de Mandy una pequeña bomba que, al explotar, soltaba un humo verde.

Cuando terminó su broma, salió silenciosamente de ahí. Lo que él no sabía era que el vestido que Mandy usaría en su cumpleaños estaba en el closet, y cuando la bomba explotara, también se mancharía el vestido. Cuando Mandy salió de la ducha, fue a elegir su ropa y la pequeña bomba explotó, manchando de verde toda la ropa del closet y a Mandy. Ella supo de inmediato que el de la broma fue Chester, pues es el único que hace esas bromas.

Mandy comenzó a revisar su vestido, el cual estaba todo manchado de verde. Intentó limpiarlo, pero fue imposible. Mandy se puso su bata y fue llorando al cuarto de su abuela.

─── Eliza: Querida, ¿qué pasó? preguntó asustada, al ver a su nieta llorando manchada de verde.

Mandy le mostró el vestido a su abuela, mientras esta la consolaba. El vestido fue el último regalo que le dieron sus padres antes de fallecer, y ella quería usarlo el día que cumpliera 18.

─── Eliza: Ay, querida, lo mandaré a limpiar para ver si se arregla. Tú ve a bañarte, te llegaré ropa limpia — dijo Eliza.

Mandy fue a su cuarto a bañarse nuevamente, mientras lloraba. Cuando salió, se puso el piyama que su abuela le dejó en la cama y se recostó, mientras continuaba llorando.

En la tienda, Berry le preguntó a Chester:

─── Berry: Chester, ¿viste a Mandy? No ha llegado y ella siempre llega temprano. Además, no es como que quedé muy lejos, vive aquí.

─── Chester: Ni idea. Aunque está mañana le hice una broma, debe de estar limpiando dijo riendo.

─── Berry: ¿Cómo la vas a conquistar si sigues con tus bromas?

─── Chester: bueno, bueno, fue una pequeña broma. Hace tiempo no le hacía una

Después de esto, Chester fue al palacio a buscar a Mandy, ya que le preocupaba. Cuando la fue a buscar, encontró a su abuela hablando con una empleada.

─── Eliza: ¿De verdad no se quita?

─── ¿?: Sí, señora, hicimos lo que pudimos y no se quita respondido la empleada desanimada

─── Eliza: Mandy dijo que cree que Chester puso esa bomba en su closet. Debe de estar muy molesta con él

─── ¿?: Bueno, es entendible. Es el vestido que usó su madre cuando cumplió 18 y fue el último regalo que sus padres le dieron antes de fallecer — respondió la empleada.

─── Eliza: Los extraño demasiado. No me imagino cuánto los extraña ella

Chester de inmediato sintió culpa.

─── Chester: Mierda, ¿de verdad estaba su vestido ahí? No creí que lo tendría ahí. Soy un estúpido se dijo

Pasaron los días y ya era el cumpleaños de Mandy. Ella no quería celebrarlo, de por sí ya odiaba sus cumpleaños desde que sus padres habían fallecido. Solo estaba feliz por usar el vestido, el cual ya estaba dañado.

─── Chester: Mandy, perdóname

─── Mandy: Déjame, no te quiero ver respondió sollozando.

─── Chester: Mandy, no lo sabía. No lo hice para estropear el vestido. Te lo prometo

─── Mandy: ¿Y por qué siempre me haces bromas tan pesadas? Por tu culpa, perdí mi vestido y toda mi ropa.

─── Chester: Lo lamento mucho.

─── Mandy: Entonces, déjame sola dijo mientras comenzaba a llorar más. Chester salió de la habitación.

Mandy se sentó en su habitación, mirando el vestido que había planeado usar en su cumpleaños. Aunque Chester había intentado disculparse y hacer las paces, todavía sentía un vacío en su corazón. La muerte de sus padres seguía siendo una herida abierta, y el incidente con el vestido había revivido todos los sentimientos de tristeza y pérdida que había estado intentando evitar.

Mandy se levantó y se acercó a la ventana, mirando hacia afuera sin ver nada en particular. Se sentía sola, como si nadie entendiera lo que estaba pasando por su mente y su corazón. Ni siquiera Chester, su mejor amigo, parecía entenderla completamente.

De repente, Mandy se dio cuenta de que necesitaba hablar con alguien que sí entendiera. Alguien que hubiera pasado por algo similar. Se acordó de su abuela, que había perdido a su propio esposo muchos años atrás y también a su hija.

Mandy se dirigió a la habitación de su abuela y se sentó a su lado en el sofá.

─── Mandy: Abuela, necesito hablar contigo dijo con la voz entre cortada.

─── Eliza: Por supuesto, querida. ¿Qué pasa?

─── Mandy: Abuela, me siento tan sola desde que murieron mis padres. Como si nadie entendiera lo que estoy pasando dijo llorando.

─── Eliza: Lo sé, querida. La pérdida de tus padres es un dolor muy grande. Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, siempre. Y entiendo lo que estás pasando porque también pasé por algo similar cuando murió tu abuelo.

─── Mandy: ¿Cómo hiciste para seguir adelante, abuela? Me siento como si no pudiera seguir sin ellos.

─── Eliza: Bueno, al principio fue muy difícil. Me sentía como si hubiera perdido una parte de mí misma. Pero con el tiempo, aprendí a vivir con el dolor. Aprender a recordar los buenos momentos con tu abuelo, en lugar de solo enfocarme en la tristeza.

─── Mandy: ¿Y cómo haces para no sentirte sola?

─── Eliza: Bueno, tengo a mis amigos, a mi familia... y tengo mis recuerdos de tu abuelo. Y también tengo fe de que él está en un lugar mejor, y que un día nos volveremos a ver.

─── Mandy: Me gustaría creer eso, abuela. Pero es difícil.

─── Eliza: Lo sé, querida. Pero es importante aferrarse a la esperanza. Y saber que no estás sola. Estoy aquí para ti, siempre.

─── Mandy: Gracias, abuela. Me siento un poco mejor ahora dijo limpiando sus lágrimas.

─── Eliza: De nada, querida.