꧁ 𝐄𝐥 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐃𝐞 𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐚 𝐀𝐥𝐞𝐬𝐬𝐚 ꧂

capitulo 6: aquella noche

Vi como ella trago el corazón y se limpio los labios algo avergonzada mientras ocultaba el plato de tripas atrás de ella y se aclaró la garganta.

-¿que demonios haces aquí? ¿Y como entraste? Recuerdo haberte dicho que te fueras- dije algo molesta ya que me incómodo lo de antes y justo se digna aparecer cuando estoy en medio de mi comida y diversión.

- su Majestad, le pido que tenga piedad de mi y me deje quedarme hasta que me Sané, entre por una puerta abierta porque tenía frio- dije arrodillandome ante ella a duras penas, el ambiente era raro hacia mucho frío pero tenía calor.

La mire algo pensativa mientras me miraba, ese cabello largo ondulado y levemente despeinado era hermoso, esos pequeños rizos que se formaban al rededor de su rostro la hacían ver cómo un angel recién caído del cielo, tenía que reconocerlo ella era la mujer más hermosa que habia visto.

- ven conmigo- dijo ella mientras pasaba a mi lado caminando con un aura inusual, la seguí esperando que tuviera un poco de Piedad por mi. Llegamos a la sala del trono por alguna razon, las luces de los últimos rayos del atardecer se colaban por los ventanales rotos y los trozos de vidrio acolorado que habían regados en el piso y la alfombra Roja, cuando entramos vi la misma escena de antes los cinco tronos reales y sus coronas sin gemas, mire a Alessa caminando hacia el trono y de una bolsa saco las gemas respectivas de cada corona y las coloco, cuando terminó tomó la corona del rey, luego se sentó en su trono y cuando los últimos rayos del atardecer se apagaron ella se puso la corona y paso algo inexplicable, de la nada todo estaba renovado y animado, habían muchos nobles, me sentía raro trataba de tocar a los nobles y mi mano pasaba recto como si fuera un puto fantasma y en eso escuche al rey...

- ¡su atención porfavor! - dijo el rey con una Copa en la mano dándole leves golpes haciendo un sonido que captó la atención de los presentes.

-hoy estamos aquí reunidos para celebrar el compromiso del príncipe Hiram y mi querida alessa, quiero agradecerles por estar presentes y poder presenciar este compromiso lleno de frutos- dijo el rey alegre y dijo

-quiero hacer un brindis por los futuros reyes, por las futuras promesas que ellos traerán al reino y por la futura descendencia de nuestro Reino, ¡salud!- dijo el rey para luego beber de su copa, mire a Hiram con desdén, un cabello azul mal pintado, sus ojos negros más oscuros que la mierda y su personalidad.... Se que para muchos soy una mierda de persona pero esa cosa ya era otro nivel.

Mire como las personas bebían de su Copa pero pude notar algo extraño en ese momento, toda la familia estaba junto Alessa pero.... ¿Donde estaba su hermano mayor? Camine hacia Alessa para mirarla de cerca, seguía viéndose tan hermosa como un lirio de araña pero había algo distinto en sus ojos en comparación a la pintura familiar que había en la entrada del Castillo y la Alessa que conozco ahora, en los ojos de esta Alessa del "recuerdo" eran más penetrantes, oscuros, sin brillo, podría asegurar que lo único en común que tendría con las otras alessas es su penetrante mirada de las posiblemente mil yardas.

Como ella, ¿como una mujer tan hermosa iba a casarse con ese tipejo? Tenía cara de tonto y por lo que vi no tenía cerebro, se comportaba demasiado estupido. Me acerque al trono de Alessa y note que había un compartimento secreto donde había una daga con un poco de sangre seca, ¿iba a matar a su prometido? No me sorprende que lo hiciera, en lo personal yo haría lo mismo, mire al príncipe escondido entre unos pilares hablando con una ¿plebeya?

-es hoy, al fin nuestro sufrimiento se acabara, tu conseguirás justicia por tu prometido y yo me convertire en rey- dijo el príncipe hablando con la mujer, vi como se asomo entre los pilares.

- todos verán la realidad de tu "hermanita perfecta"- dijo esa mujer con una sonrisa siniestra sosteniendo un jarrón en sus manos.

Los vi de manera extraña antes de ver a la mujer desaparecer junto a su hermano, volví a la sala del trono para verla a ella " feliz" para luego escuchar al rey gritar.