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El octavo sueño fue... particularmente distinto.

Tener a Gemini constantemente rondando en sus pensamientos era demasiado, y no conforme con eso, ahora el hombre se estaba apoderando de su subconsciente también. Fourth comenzaba a pensar en el de forma diferente. Si, era inteligente, bien educado, bien leído y elocuente, pero también era tan guapo. Tanto que su mente comenzaba a jugarle trucos de una forma bastante peculiar. 

Fourth cayó dormido alrededor de las 10 p.m. Prim estaba acurrucada cerca de su pecho cuando lo hizo, y en el momento en que se adentró en un sueño más profundo, estaba... haciéndole el amor, se podría decir.

Todo su sueño fue demasiado confuso. Todo era tan abstracto, como si se fuera desvaneciendo lentamente. El escenario era completamente blanco, descolorido, cegador ante los ojos de Fourth. Miró hacia abajo y vio a Prim, recostada debajo de él, tenía la boca abierta al igual que sus ojos, su cabello rubio extendido a su alrededor. Estaba desnuda y Fourth se dio cuenta de que sostenía su cintura mientras se movía dentro y fuera de ella. Sus gemidos eran silenciosos, no había sonidos saliendo de su boca.

Continuó haciéndolo a un ritmo que pronto se hizo aburrido, pero pronto su mente se llenó de numerosos sonidos, voces y señales, hasta que Prim ya no estuvo ahí. 

Era Gemini.

Y el ritmo de sus movimientos incrementó, las embestidas de sus caderas contra las de Gemini siendo cada vez más rápidas, y el blanco cegador pronto se convirtió en un suave y cálido tono de naranjas y cafés. Fourth estaba tan cerca de Gemini, admirando su suave piel y sus ojos cafés que lo observaban. Se inclinó, presionando su oreja contra la mejilla de Gemini, hasta que sus gemidos agudos fue lo único que pudo escuchar, hasta que sus gritos llenaron la habitación, embistiendo contra él como nunca antes lo había hecho, hasta que-

 "¡Fourth!"

Sus ojos se abrieron repentinamente, su corazón latiendo muy rápido, un bulto en sus pantalones, el cual era más que evidente. Volteó hacia un lado y vió a Prim sentada ahí, con una mano posada en su muslo. "¿Estás bien?" 

"Yo..." Comenzó a decir, quitando la mano de Prim de su muslo, tragándose la vergüenza, la culpa, el horror de haber soñado algo tan espantoso. "E-estoy bien." 

"Te ves muy nervioso" Prim le dijo suavemente y la boca de Fourth se secó. 

"Dije que estoy-" Fourth comenzó a decir, pero Prim se acercó a él, presionando sus labios contra su frente. 

"Déjame encargarme de eso" Ella susurró. Fourth apretaba las sábanas con fuerza, asintiendo sin ganas, sintiendo tanta vergüenza cuando Prim le quitó las sábanas de encima y vio su miembro erecto. 

Prim comenzó a trabajar en ello mientras la mente de Fourth vagaba, unas cuantas sensaciones placenteras entrando a su sistema, dejando salir unos gruñidos leves como respuesta. No podía entender por qué había soñado con eso. Besar era una cosa, pero hacer el amor era demasiado. Quizá lo que necesita es algo de medicina, eso es lo que recomiendan los doctores cuando alguien tiene pensamientos homoeróticos.

Prim movía su pequeña mano arriba y abajo de su pene, viéndolo comenzar a derramar unas gotas de pre-semen. "Tenemos que ir a la cena de Jenn esta noche" susurró, siguiéndole acariciando suavemente. Fourth asintió en silencio, mordiendo su labio para reprimir un gemido.

"Gemini estará ahí" Prim continuó como si fuera una conversación casual, la mención del nombre de Gemini ocasionando que Fourth gimiera complacido, saltando hacia adelante para agarrar el camisón de Prim, hundiendo la cara en su cuello. 

"O-oh, Fot, ¿Te sientes bien?" le preguntó ella en voz alta, preocupada, y Fourth asintió, apretándose en su puño. 

"S-si, umm, tú sigue" susurró débilmente y Prim asintió.

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