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En medio de la desesperación y la traición, Melek decidió buscar el consejo de su hermano menor, Rasheed, quien a pesar de ser el más joven era el que más carecía de sabiduría y sensatez. Se dirigió a sus aposentos en secreto, para que pudiera ofrecer su perspectiva sin verla como un peón en su ajedrez.
Rasheed sugirió: "podemos tomar un caballo, unas cuantas joyas y huir a Europa a vender pez" Melek parecía considerarlo por un momento y aunque no lo admitiría en voz alta le gustaba la forma en que el menor creía que las cosas podrían ser sencillas. Aunque sus ideas resultaran absurdas la hacían reír hasta olvidarse de su realidad.
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Rasheed y Melek tenían una diferencia de dos años, la sultana era la mas grande de ambos con solo 19 años, Melek recuerda la llegada del castaño con ternura y devoción, la primera vez que lo vio se recostó junto a el y con sus pequeñas manos temblorosas y temor a aplastarlo envolvió al pequeño con su manta favorita para después rodearlo con sus pequeños brazos llenos de amor, la conexión que sentían conforme el tiempo avanzo era profunda , un vínculo que se había forjado en el instante en que el castaño se giro hacia Melek y le dio una pequeña sonrisa somnolienta.
Melek confiaba en el ciegamente, solían comprenderse el uno al otro sin problema, ella lo admiraba por su capacidad de escucharla y aconsejarla y seguirla en sus ocurrencias y torpezas sin dudarlo, de vez en cuando, cuando el castaño no entrenaba, se escapa con Melek a explorar la ciudad, y pasar tiempo en su rincón favorito, escapadas que no hacían mas que reforzar su vinculo, y después de ellas, terminaban en la habitación de alguno de los dos para compartir el sueño profundo juntos, mientras se cubrían bajo la manta favorita de Melek.
Ambos eran conscientes de que independientemente de las dificultades que enfrentaran, siempre podrían contar con el otro para ofrecerse un hombro en el cual llorar.
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En tiempos antiguos, se buscaban alianzas especialmente en aquellos oscuros de guerra y poder, algunos para bien, mediante matrimonios arreglados. Se juntaban para fortalecer reinos, pueblos, riquezas pero sobre todo, poder.
Esposos, un término usado para referirse a las personas que se comprometen con otra en sagrado matrimonio.
Encontrar un esposo cuando eres una sultana quien fue criada con la misma educación que se les dio a sus hermanos varones, es como un arma de doble filo, puede traerte la victoria de tener un imperio mas grande, pero si criaste una niña caprichosa, valiente y mimada puede que las cosas no resulten como esperabas.
Melek quería ser libre decidir su propio destino y sobre todo añoraba casarse algún día por amor si es que algún día llegaba. Esa era una de las razones por la que la pequeña Melek detestaba la idea de casarse, casarse con alguien que no conocía, alguien que jamás había visto, un enfermo, un leproso.
Melek era consciente de que poseía una gracia y belleza que cautivaban a quienes la miraban, su mera presencia atraía la atención de manera involuntaria, y aunque nunca lo admitiría en voz alta, disfrutaba de la admiración que recibía sin buscarla, los regalos y las miradas que le ofrecían, y que ella devolvía con un toque juguetón de vez en cuando, la complacían. Sin embargo, sabía que eventualmente perdería esa seguridad, perdiera la capacidad de jugar con los demás y de tenerlos casi a sus pies por el simple hecho de querer recibir su atención, sabía que los regalos que nunca solicitó también desaparecerían, y su libertad se iría..
Durante el largo viaje desde el lugar que la vio convertirse en una mujer, el largo recorrido desde lo que había sido su hogar durante mas de 18 años, llegó a su vista el esplendoroso palacio de tierra santa, las calles le daban la bienvenida a Melek recibiéndola con el bullicio de la gente del mercado, el galopeo de los caballos y una calurosa brisa.
La idea de saltar por la puerta y huir a Europa con Rasheed sonaba muy tentadora pero así como vino, se esfumo, en cuanto cuando vio a su hermano mayor mejorar su postura y bajar de la carreta para segundos más tarde meter medio cuerpo de vuelta y estirarle la mano para ayudarla a bajar.
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Rasheed, el menor.
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The cold breeze - Baldwin IV
FanfictionSe debatía el sí debía escribir una carta, no solo como un saludo cordial a quien seria su futura esposa, sino, también un intento desesperado de compartir sus mas sinceras disculpas. Era bien sabido que fue castigado con la enfermedad de la lepra p...