Lost | Winrina

ovi.

"Hola, Chaewon."

La chica de cabello corto levantó la vista de los papeles en su escritorio. "Hola, Unnie. ¿Has venido a ver a Minjeong unnie?"

"No. En realidad estoy buscando a Yunjin."

"¿Oh? Ella no está aquí. Creo que Ningning unnie la envió a hacer un encargo. ¿Puedo ayudarte en algo?"

"¿Puedes darle esto?" Karina colocó la caja de pasteles sobre el escritorio.

"Claro". Chaewon se levantó de la silla. "Se lo pondré en la nevera".

"Está bien, pareces ocupada. Lo haré yo misma". Karina se giró y señaló el pasillo. "Por ahí, ¿verdad?"

"Sí. Siga recto. Está justo al final del pasillo".

"Gracias."

"De nada."

Chaewon volvió al trabajo mientras Karina seguía su camino por el pasillo.

Finalmente, llegó al final del mismo y se giró a su derecha para ver una figura que había llegado a conocer bien, agachada con la cabeza perdida en la nevera.

Karina tuvo que sonreír. "Creo que cabes perfectamente ahí".

"¡Ow!" Minjeong se golpeó la cabeza, sobresaltada por la voz de Karina. Retrocedió lentamente fuera de la nevera, enojada mientras se frotaba la cabeza. "¿Por qué a la gente le gusta hacerme sufrir físicamente?". Gruñó.

Karina se rio. Demasiado linda, en serio. "¿Qué haces?"

"Escondiendo mi postre".

"Ah, debería haberlo sabido. ¿Qué tipo de postre?"

"Pastel. El que tú me diste".

Karina hizo una mueca. "¡Ha pasado más de una semana! ¿Estás loca? Te va a doler el estómago".

Minjeong sonrió. "No esa misma rebanada, señorita Yu. Todavía me duele el estómago. Compré otro trozo, pero es el mismo pastel".

"Oh, ya veo."

"¿Qué haces aquí?" Minjeong cerró la nevera.

Karina levantó la caja entre sus manos. "Voy a guardar esto para Yunjin".

"¿Para Yunjin?" Minjeong enarcó las cejas y luego las frunció. "No es su cumpleaños. ¿Cuál es la ocasión?"

Karina se encogió de hombros. "Simplemente, un pequeño, agradecimiento por entretenerme con sus payasadas". Encubrió la verdadera intención detrás del pastel.

"Ah, bueno". Minjeong volvió a abrir la puerta de la nevera. "Déjame despejar algo de espacio".

Karina esperó a que Minjeong terminara antes de dar un paso adelante y colocar el pastel en el estante superior. Dejó la tarjeta con el nombre de Yunjin encima de la caja. Retrocedió y cerró la pesada puerta. "Ya está. Gracias". Sonrió a Minjeong.

"De nada. Yo también comeré algo de eso, así que no me importa ayudarte a mantenerlo a salvo", sonrió Minjeong mientras salía del enorme refrigerador de dos puertas.

Karina siguió a Minjeong en silencio. "¿No estás ocupada?" Igualó el paso de Minjeong.

"No." Minjeong paseaba despreocupadamente con las manos en los bolsillos. "¿Y tú?"

"Tenía una reunión esta mañana, pero libre el resto del día".

Minjeong no contestó.

"¿Has tenido noticias del juez?", volvió a preguntar Karina.