𝒆𝒊𝒈𝒉𝒕¡¡!! [𝟖]

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Ha pasado una semana desde aquel beso, y las miraditas fugaces pasaron a ser miradas de complicidad.

Victoria le dedicaba sonrisas coquetas a lo lejos, y Fiorela no podía evitar su típico sonrojo, y le devolvía el gesto divertida, sabiendo que tenían un secreto en común.

Le gustaba Victoria, definitivamente. Luego de besarla, había confirmado su atracción por las chicas, pero aún no sabía cómo le diría eso a sus amigas y familia, por lo tanto lo mejor era que nadie se enterará de aquello, además, Victoria le había dicho que nadie debía saber lo que sucedía con ellas.

— ¡Booh! — La castaña se apareció detrás de ella de sorpresa, haciendola saltar en su lugar.

Fiorela había ido al baño, y Victoria la había visto, por lo que decidió seguirla, verificando que no hubiera nadie cerca.

— ¡Demonios, me asustaste!— Colocó una mano en su pecho tratando de calmar su pulso cardíaco, mientras la castaña se reia de ella. — ¿A caso me estabas siguiendo? — La miró a través del espejo con una ceja arqueda, mientras lavaba sus manos.

— Tal vez...— Dijo con un falso tono de inocente, colocándose detrás de la rubia, apoyando sus manos sobre el lavabo, una a cada lado del cuerpo de la rubia, dejándola sin escapatoria.

— ¿Qué haces? — Preguntó nerviosa por la repentina cercanía.

En respuesta Victoria dejó un beso en su hombro descubierto por su uniforme de animadora, sintiéndola estremecer.

— Alguien podría entrar...— Susurró Fio, tratando de controlarse a si misma, pero era difícil con los besos que la contraria dejaba sobre la piel desnuda de su hombro y cuello.

— Sh, todos han ido a clase. Además, necesitaba verte.— La miró a través del espejo frente a ellas, dejando un último beso en su hombro, para voltearla y finalmente verla a los ojos. — No he dejado de pensar en ti estos días.— Admitió la castaña, con una mirada tan penetrante que Fiorela sintió que sus piernas fallaban.

Fiorela estaba sin habla, por lo que en respuesta rodeó el cuello de Victoria con sus manos, y se puso de puntitas de pie para alcanzar los labios de la contraria, quien correspondió al beso con ansias.

La rubia soltó un pequeño gemido al sentir las frías manos de Victoria bajo su camiseta, tomando su cintura y atrayendola más cerca de su cuerpo.

— Eres tan hermosa.— Soltó en un pequeño gruñido la castaña, para volver a besarla con las mismas ansias.

Los besos habían provocado que la temperatura corporal de la rubia aumentara, y no ayudaba el hecho de que Victoria dejará caricias en su piel, provocandole cosquilleos de nervios y placer.

Vicky, alguien podría vernos...— Susurró cuando la más alta hundió su nariz en su cuello, dejando unos cuántos besos húmedos en esa zona.

Tenía miedo de que alguien las viera, pero sinceramente, no quería que esté momento se terminará, ansiaba sentir a Victoria en todo su cuerpo si pudiera, pero estaban en la escuela, y alguien podría descubrirlas si no tienen cuidado.

— Estás matando la vibra.— Bromeó la castaña, para dejar un último beso en los labios de la contraria, sin soltarla aún. — ¿Nos vemos más tarde? — Preguntó antes de dejar el baño.

— Te buscaré en las gradas.— Asintió sonriente. — Y Vicky... — Le tomó del brazo antes de que se vaya. — Yo tampoco he dejado de pensar en ti.— Admitió con una sonrisa tonta, contagiando a la castaña, quien sin decir nada más la dejó sola nuevamente.

SOMEBODY I MET ONCE ¡¡!! young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora