Capítulo 17.

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· Becky ·

Dormimos hasta tarde a la mañana siguiente, habiendo pasado hasta que el sol comenzó a salir trabajando duro en esas disculpas. Agua caliente caía sobre mis adoloridos músculos mientras estiraba ambas manos y me apoyaba contra la pared de la ducha. Cerrando mis ojos, recordé la forma en que Freen había lucido mientras se había deshecho. No estaba segura si eran las emociones todavía fluyendo por nuestra conversación o no, pero el sexo se había sentido especial, más íntimo. Menos como sexo y más como hacer el amor. El pensamiento hizo que mi corazón se apretara. La última persona con la que había sentido eso fue Mike. Sabía que era ridículo, pero una parte de mí se sentía culpable por las emociones creciendo en mi interior. Anoche Freen dijo que quería mantener el pasado atrás, también yo. Pero para poder hacer eso, necesitaba decirle que una parte de mi corazón siempre estaría con otra persona.

Estaba a mitad de camino a mi cita de las once de la mañana para entrevistar a uno de los entrenadores asistentes de los Texas Lions cuando recibí una llamada diciendo que necesitaban retrasar la reunión hasta las dos. Freen se había ido para la práctica, así que, en lugar de regresar a mi vacío cuarto de hotel, decidí detenerme por un segundo por una muy necesitada taza de café. El interior de Starbucks olía como calabazas y a otoño, lo cual parecía extraño pues había casi veintisiete grados afuera.

―Tomaré un Pumpkin Spice Latte. Iba a pedir un café sencillo, pero el olor me atrapó.

Las palabras de la pequeña barista salieron rápidamente.

―Dímelo a mí. Ya he tomado cuatro hoy. ―Cielos, nunca lo habría adivinado.

―¿Cómo es tu nombre? ―Apuntó su bolígrafo hacia el gran vaso.

―Becky.

―Es un nombre bonito.

Mis ojos fueron a la etiqueta con su nombre. Puma. Ella me atrapó mirándolo.

―Síp. Ese es mi nombre real. Mis padres eran hippies.

Traté de sonar sincera.

―Es lindo. Único.

―Al menos me dieron un segundo nombre genial, Ophelia. Y mi nombre de casada es lindo y sencillo; Oar.

Sonreí y me moví al otro extremo del mostrador a esperar que Poo hiciera mi latte.

Acomodándome en un gran sillón de piel en el rincón, tomé mi Pumpkin Spice Latte y abrí mi MacBook para revisar las noticias de la mañana. Mi lengua picó cuando el pseudo-café caliente quemó la punta. Maldita sea.

Cuando entré a las noticias en vivo del canal web de la WMBC, mis ojos miraron dos veces. Ahí, en la página principal de un artículo deportivo de una Prensa Asociada, había una foto de Freen y yo saliendo del elevador el otro día. Era una foto tomada desde un ángulo, pero podías ver claramente sus manos en mi culo. Entonces leí el titular. Reportera de la WMBC en Triángulo Amoroso. Debajo, había unas fotos del vestuario de la casi pelea. Una mostraba a Saro contra el casillero con el brazo de Freen presionado contra su cuello. El rostro de Ssro tenía la misma sonrisa socarrona que me había dado cuando estaba provocando a Freen.

Mierda. ¿Cómo alguien me tomaría en serio después de esto? Mi teléfono empezó a vibrar. Mi oficina. Tomé una profunda respiración y respondí:

―Becky Armstrong.

―¿Tenías puesta ropa interior? Amplié la foto en mi portátil, y no vi ninguna línea de ropa interior.

Jisoo. Gracias a Dios. Dejé salir un gran suspiro.

―¿Soy el hazmerreír de la oficina?

―Ni idea. Cerré la puerta de mi oficina tan pronto como lo vi en las noticias. Podría haber pasado unos minutos babeando por el pecho de Freen antes de pasar a tu trasero.

𝐋𝐄 𝐁𝐀𝐋𝐋𝐄𝐔𝐑 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘 (𝐆!𝐏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora