Epílogo.

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· Becky ·

Dejé la casa mientras Freen todavía estaba durmiendo para poder escabullirme a la cita con el doctor antes de dirigirme a la oficina.

No esperaba que hicieran la ecografía hoy. El azúcar en mi sangre había estado un poco loco con mi primer embarazo, así que estaban siendo cuidadosos. Freen era un manojo de nervios con cualquier cosa que pudiera indicar un problema con el bebé o conmigo, así que para no provocarle estrés hoy de entre todos los días, fui a mi última cita para la prueba de orina sola. Era nuestro aniversario. O aniversarios para ser exactas.

―Tu azúcar se ve bien, Becky. Ya que estás aquí, ¿por qué no hacemos una ecografía rápida? Para revisar tu nivel de fluidos.
Eso era nuevo con este embarazo. Oligohidramnios, niveles bajos de líquido amniótico. El mío no era causa de alarma, pero así como con mis niveles de glucosa, el doctor quería mantener un ojo en esto.

―Claro. ―Me sentí mal por hacerme una ecografía sin Freen, a la mujer se le aguaban los ojos cada vez que miraba la pantalla, incluso aunque era pronto, y el feto se veía igual que un gran renacuajo.

Me cambié a una bata, y el doctor entró a la sala de exámenes. Después de aplicar el frío gel sobre mi creciente vientre, comenzó a mover la varita mágica alrededor. Escuché el fuerte latido al momento en que encendió el sonido. Después de unos minutos, el doctor me dijo que el nivel de líquido había aumentado, y todo
parecía bien hasta ahora. Se enfocó en un área en particular.

―¿Quieres saber el sexo hoy?

―¿En serio? Pensé que era muy pronto.

―Algunas veces lo es. Pero en este caso no hay mucha timidez y se está exponiendo para mí en este momento.




****





Trabajaba medio tiempo desde que nuestro bebé nació el año pasado. Dos días a la semana no iba, lo que también me daba una excusa para viajar con mi esposa a los partidos. Toqué mi vientre. Las cosas serían más difíciles una vez que este pequeño llegara.

―Deja de manosearte. ―Jisoo se plantó en la silla para las visitas de mi oficina y giró el dispensador de cinta hacia ella. Desenrolló una larga tira y la pegó a su rostro de oreja a oreja, subiendo su nariz para parecerse a un cerdo.

―Qué atractivo.

Unos minutos después, el señor HAP entró y miró dos veces el rostro de Jisoo. Ella tan solo le sonrió como si no pasara nada malo. Eso lo hizo sonrojar.

―Las pretemporadas empiezan la próxima semana. ¿Puedo contar contigo para conseguir que esa esposa tuya dé una entrevista?

No había nada que la mujer me negara.

―Veré si está dispuesta.

Cuando el señor HAP desapareció, Jisoo alzó una ceja.

―¿Si está dispuesta? Esa mujer comería mierda por ti. Literalmente.

―Qué adorable analogía. ―Comencé a organizar mi escritorio―. No puedo dejar que el señor HAP piense que mi trabajo es tan fácil ahora, ¿verdad?

El teléfono de Jisoo sonó, y su rostro se iluminó. Sabía quién era sin tener que preguntar. Hace unos meses, había conocido a su propio jugadora en una barbacoa que Freen y yo organizamos en nuestra nueva casa en Ferchmont. Las dos se habían vuelto inseparables desde entonces. Eso significaba que podía pasar más tiempo con Jisoo, lo cual me encantaba. Incluso se nos habían unido al norte del estado hace dos semanas en nuestra recién terminada cabaña.

𝐋𝐄 𝐁𝐀𝐋𝐋𝐄𝐔𝐑 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘 (𝐆!𝐏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora