Capítulo 38.

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· Becky ·

—Te ves como la mierda.

Cada vez que abría mis ojos, mi cabeza dolía más. Intenté levantar mi cráneo dolorido del cojín pero tuve que ponerlo hacia abajo de nuevo. Eran casi las cuatro de la mañana cuando finalmente fui a dormir. Lloré mucho, estaba segura que el dolor de cabeza estaba causado en parte por la deshidratación.

―¿Qué hora es? ―Mi voz era un gruñido lleno de crujidos.

―Hora de sacar tu lamentable trasero de la cama.

Puse las sábanas por encima de mi cabeza.

―Me gustabas más cuando te sentías mal por mí y estabas sentada dándome pañuelos de una caja. ―Después de que Freen se fuera, Jisoo me sostuvo durante horas mientras lloré. Lloré a través de la intoxicación y hacia la resaca.

―Tienes que estar en el pre-partido a la una, y va a tomarte una hora sacar la hinchazón de debajo de tus ojos. Ordené tu desayuno. Tostadas, una taza de café, zumo de naranja y un poco de hielo para la cara.

Bajé la manta lo suficiente como para sacar un ojo.

―¿A dónde vas? ―Estaba atando sus zapatos.

―A correr.

―Ugh. ―Volví a poner la manta por encima de mi cabeza.

―Hay dos Motrin en la mesa a tu lado y agua. Tómatelo y quédate en la cama hasta que llame el servicio de habitaciones.

―Sí, mamá.

Se rió.

―Estaré de vuelta en una hora. No te vuelvas a dormir.





****





Al menos me veo bastante mejor de lo que me siento. Me quedé mirando a mi reflejo en la puerta de metal y vidrio del pasillo que llevaba a los vestuarios. Los Steel habían ganado 21 a 24, con Freen corriendo en el touchdown ganador con treinta segundos para que se acabara el juego. Se merecía ser feliz. La última semana había sido horrible, por no decir más. Una jugadora peor no habría sido capaz de concentrarse y jugar de la manera que lo hizo. Estaba orgullosa de ella. Pero también extremadamente ansiosa de entrar en ese vestuario.

Los playoff tenían el triple de reporteros. Cada uno necesitado de noticias jugosas para esta noche, y la mayoría querían más. Las pautas para hablar con los jugadores serían de una hora. Teníamos tres reporteros hoy, no solo yo. Billy se acercó con William Jakrapatr a su lado.

―¿Preparada? ―Billy había volado aquí esta mañana, y dudaba que supiera que Freen y yo habíamos roto.

―Sí. ―Cogí mi bolsa y comencé a seguirlos, pero William me paró, poniendo su mano en mi brazo.

―¿Estás bien?

Forcé una sonrisa.

―Estoy preparada. No te preocupes.

―Eso no es lo que pregunté. ¿Tú estás bien?

Respiré.

―Lo estaré. Gracias.

Asintió.

Esperamos en la línea por una eternidad y trabajamos en nuestro plan de ataque para las entrevistas con los jugadores. William se pidió a Freen y al defensa que había recuperado un balón suelto. Jisoo había mencionado ver a William en el gimnasio esta mañana, y tenía la sensación de que le había contado un poco, lo suficiente para asegurarse que no tenía que entrevistar a Freen. Estaba agradecida por el indulto. Cogí a dos de las jugadoras menos excitantes, cuidadosa también de alejarme de Saro, quien parecía haber tenido el mejor juego de su carrera. Lo que significaba que las preguntas para mis entrevistas serían las más cortas.

Intenté evitar mirar de reojo a Freen, pero mis ojos no seguían las órdenes de mi cerebro. Llevaba su toalla característica enredada alrededor de su cintura, pero su sonrisa arrogante no se veía por ningún lado. En un momento, Billy, William y yo estábamos parados en el centro del vestuario, y mis ojos se centraron en Freen. Estaba entre entrevistas, esperando a que Angie Snow y su cámara terminaran de organizar la grabación. Un pinchazo de celos me golpeó. Angie era hermosa, joven, rubia, con curvas y muy cursi. Le dijo algo y alargó su mano para tocar sus brazos, tuve que mirar a otro lado. Pero como en un accidente de auto horrible, volví por
más gore.

Los ojos de Freen se movieron entre Angie y yo mientras hablaba con ella y su cámara jugaba con su equipamiento. Estaba tan preocupada mirándoles, que no me di cuenta que William me había hecho una pregunta y estaba esperando una respuesta.

―¿Becky?

―¿Mmmm? ―Giré hacia William.

Frunció el ceño. Después se inclinó hacia mí y susurró.

―Podemos manejar esto si necesitas un descanso.

El cámara de Angie dijo algo, y la atención de Freen fue forzada de nuevo a la inminente entrevista. Justo mientras la luz brillaba sobre Freen y el reportero levantó su cámara en posición, Freen volvió a mirarme una vez más. Era exactamente en el momento en que William se inclinó de nuevo para decirme algo. Hice una mueca mientras vi el rostro de Freen pasar de enfadado a tener una sonrisa malvada.

Volvió su concentración a Angie, y ella lanzó su primera pregunta. Vi su respuesta a cámara lenta. Sonrió ampliamente, después su mano fue lentamente al nudo de su toalla, y le dio un pequeño tirón. Cayó al suelo. No me quedé para ver el resto, ya sabía lo que venía después. Y mi suposición es que Angie no opondría ni la mitad de resistencia que yo.

𝐋𝐄 𝐁𝐀𝐋𝐋𝐄𝐔𝐑 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘 (𝐆!𝐏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora