𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘛𝘦𝘯. 𝘚𝘢𝘵𝘰𝘳𝘶, 𝘤𝘢𝘯 𝘪 𝘣𝘦 𝘩𝘪𝘮?

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𝗖𝗔𝗡 𝗜 𝗕𝗘 𝗛𝗜𝗠, 𝗥𝗬𝗢𝗞𝗢?(𝖡𝗒

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𝗖𝗔𝗡 𝗜 𝗕𝗘 𝗛𝗜𝗠, 𝗥𝗬𝗢𝗞𝗢?
(𝖡𝗒. 𝖩𝖺𝗆𝖾𝗌 𝖠𝗋𝗍𝗁𝗎𝗋)

𝗦𝗘 𝗗𝗘𝗧𝗨𝗩𝗜𝗘𝗥𝗢𝗡 𝗘𝗡 𝗨𝗡𝗔 𝗠𝗔𝗤𝗨𝗜𝗡𝗔 𝗘𝗫𝗣𝗘𝗡𝗗𝗘𝗗𝗢𝗥𝗔, sacaron tres refrescos y dejaron que el silencio llenara el ambiente.

— Ya, no estén tan serios, chicos — dijo Ryoko, intentando levantar el ánimo dándoles una palmada en la espalda.

— Sí... Bueno, creo que empiezo a entender los motivos de la organización de hechiceros maléficos, pero ¿por qué la secta del manto estelar quiere secuestrar a la chica? — Satoru bebió de su refresco e hizo una seña para que empezaran a caminar nuevamente.

— ¿Qué no es obvio? Ellos quieren un Tengen puro, así que no pueden permitir que se fusione con ella, una impureza — mencionó Ryoko firmemente.

Satoru se abstuvo de soltar uno de sus típicos de burla o de llevarle la contraria a Ryoko. Debía admitir que tenía razón.

— De todas maneras no hay que preocuparse de la secta, todos son no hechiceros, tenemos que tener cuidado con los de Q — siguió Suguru con una expresión seria.

— Como sea, todo saldrá bien. Recuerda que tú y yo somos los más fuertes, por eso el señor Tengen nos solicitó a nosotros... Y a Ryoko — ella no abogó ante la explicación de Satoru, tenía razón.

Solo era un cachorro a lado de dos lobos con rabia. Incluso Suguru se aclaró la garganta y tomó la mano de Ryoko al caminar.

— Que tipo tan...

— ¿Qué?

— Ah, nada, Satoru. Planeaba decírtelo hace mucho tiempo, pero deberías hablar con más respeto, especialmente con tus superiores ya que es probable que hablemos con el señor Tengen, ¿por qué no intentas hablar con más humildad? — Suguru le dió una sonrisa tranquila, esperando poder convencerlo.

— Algún día puedes insultar a la persona equivocada y te va a ir mal, Satoru. Además los menores ya no te tendrían miedo — apoyó Ryoko.

— Pues no quiero — exclamó con su expresión arrogante de siempre, dejando a la pareja muy apenada de él.

Los tres se detuvieron al oír una explosión en el edificio más cercano, así que se acabaron sus refrescos rápidamente para entrar en la acción.

— ¿Sí la mocosa muere es nuestra culpa? — los tres observaron a la joven caer de lo más alto.

— Yo voy, ¿vienes conmigo, Yoko? — preguntó Suguru liberando una maldición para montarla y rescatar a Riko.

𝐍𝐄𝐕𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐃 | 𝐒𝐚𝐭𝐨𝐫𝐮 𝐆𝐨𝐣𝐨, 𝐒𝐮𝐠𝐮𝐫𝐮 𝐆𝐞𝐭𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora