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𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗢𝗥 𝗪𝗔𝗥
𝗘𝗥𝗔 𝗨𝗡𝗔 𝗦𝗜𝗠𝗣𝗟𝗘 𝗠𝗜𝗦𝗜𝗢́𝗡 𝗖𝗢𝗡 𝗦𝗨𝗚𝗨𝗥𝗨, aunque Ryoko se estaba enojando ya que su compañero no estaba haciendo nada, estaba durmiendo. No fue hasta que la maldición arrojó a Ryoko contra el pecho de Suguru que él despertó.
— ¿Quieres dejar de dormir y ayudarme? — dijo Ryoko levantándose, ya bastante cansada.
— No, no lo haré.
Los ojos de Ryoko se abrieron por la sorpresa ante las palabras de Suguru, aunque él solo buscaba ayudarla, ya era tiempo de que acabara con maldiciones ella sola.
— ¿Por qué? — Ryoko se preparó nuevamente, la maldición venía hacia ella.
— Debes poder tú sola, algún día ya no estaré en misiones contigo y no podré salvarte — Suguru solamente le sonrió y se hizo a un lado.
Ryoko fue contra la maldición, que era bastante fuerte y hábil, por eso empezó a darle algunos problemas. El cansancio empezó a acomularse en ella mientras buscaba una estrategia para usar su técnica en contra.
Al parecer su familia se había deshecho de ella antes de poder enseñarle a darle un buen uso al ritual. Luego de concentrarse, logró proyectarse a si misma como una ilusión y cuando la maldición se dió la vuelta, ella apareció de frente. Ryoko concentró varía de su energía maldita en su brazo hasta darle un golpe en el estómago a la maldición atravesando a ésta. Apenas pudo reaccionar cuando Suguru se acercó.
— ¿Qué haces?
— La agrego a mi inventario, ¿qué más? — dijo mientras una especie de esfera se formaba en su mano y después simplemente se la tragó.
— Eso debe ser... — Ryoko fue interrumpida.
— Completamente asqueroso — concluyó Suguru.
Ryoko prefirió no mirarlo y mejor se limpió su brazo con el borde de su uniforme. No quería indagar más, creía que podría ser algo incómodo.
— Bueno, creo que ya hemos terminado con esto, ¿volvemos a la escuela? — preguntó Ryoko, pero recibió un movimiento de cabeza diciendo que no.
— Disculpa que te lo pregunte así, pero, ¿no sabes usar otro ataque? — preguntó refiriéndose a lo que había visto por sus propios ojos.
— ¿Eh? — Ryoko no se ofendió, más bien le dió la razón a Suguru, pero que le preguntara así tan repentinamente fue extraño.
— Sí, ya sabes... Es que solo te he visto hacer ilusiones de ti misma y transferir energía — dijo mientras le hacía una seña con la mano, quería que lo siguiera.
