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Wooyoung

Un beso sin control comenzó entre los dos, San me agarraba fuertemente de la cintura. Mientras que yo intentaba seguirle el beso. El tenía mucha más experiencia que yo en estás cosas.

Cómo un instinto normal, comencé a mover mi trasero en círculos. Justo en su entrepierna, recibiendo un jadeo en respuesta. Sonríe satisfecho.

Me seguía moviendo cegado por el éxtasis del momento. Siento sus labios bajar por mi cuello. Un gemido se me escapa. Siento que mi camisa es levantada, pero ya no hay más. No hay besos, solo silencio. Abro los ojos, bajo mi mirada y veo a San observando mi abdomen.

Su rostro solo demuestra, preocupación y algo de enojo. En ese momento recuerdo lo que pasa.

Mierda.

—Me puedes explicar, ¿que te paso en el abdomen? -Pregunta San sin dejar de ver mi abdomen.

—¿A que te refieres? -Pregunto intentando bajar mi camisa, fallando en el intento.

—Tienes el abdomen lleno de moretones, ¿Por qué? -San pregunta por fin mirándome.

Claramente sabía lo que me había pasado, pero decirle a San sería muy riesgoso para el. No quería que lo golpearan. Tenía que mentir, de alguna forma.

—Es.. normal en mi, suelen salirme moretones.. fui emm, al doctor la primera vez que me salieron. Dijeron que era algo por lo que no tenía que preocuparme -Mentí descaradamente, ni siquiera sabía de dónde me había salido una mentira tan buena.

La reacción de San fue para mi sorpresa, normal, se lo había creído. Eso era algo bueno.

—¿En serio? ¿No te duelen? -Preguntó con un tono de voz de preocupación.

—Un poco, pero no es nada tan grave -Volví a mentir, claro que dolían y mucho.

San me miró buscando algún tipo de mentira o de nerviosismo, pero yo solo lo miré serio.

—Esta bien, te creeré. -Dijo.

Suspiré más tranquilo, lo miré e intenté volver a besarlo. Pero el volteó la mirada, dejándome algo confundido.

—Lo siento, pero no quiero hacerte daño. Lo haremos cuando tus moretones se hayan ido -Me dijo con tranquilidad.

Me sentí humillado en ese momento, me había dejado con las ganas decidió simplemente que era mejor no hacerlo. Ja que chistoso.

Me baje de sus piernas y me fui a la cocina a por un vaso de agua, lo hacía solo para no mirarlo. Y bueno, para no llorar en ese momento.

De repente siento unas manos en mi cintura, se que es él ¿Quién más podría ser?

—Perdón, te prometo que lo haremos. Pero no ahora, en serio no quiero lastimarte -Me susurró, causando que me dieran escalofríos.

—No pasa nada -Dije algo dolido.

—No te enojes ¿Si? Mañana vendré y veremos algunas pelis, pasaré el fin de semana contigo -Me propuso y sonreí, no pudiendo estar enojado con el.

Ojalá ser Kang Yeosang... (WooSan/SanWoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora