La Mamá De Mi Alumna (Jenlisa)

11.

El regreso a casa después de lo que me contó Fred fue aterrador pero también debo de reconocer que el hecho de saber que Diana me ha estado siguiendo ya me dejó con paranoia y tengo mucho miedo de lo que pueda hacerme a mi, a Jennie e inclusive a Ella.

Esto que esta haciendo Diana es una locura, la desconozco completamente esta no es la mujer que se ganó mi corazón, no es la mujer que se convirtió en mi mejor amiga y sin duda alguna no es la mujer que vivió conmigo por largo tiempo. Me duele mucho en la persona que se ha convertido porque le tenía un aprecio muy grande y aunque en el momento en que me fui del apartamento que compartimos no se lo dije, le desee con toda el alma que encontrará a la persona que logrará hacerla feliz y sobre todo que se diera cuenta de todos lo errores que cometió en nuestra amistad, para que de esta forma no se vuelva a quedar sola.

Creo que ahora es donde me doy cuenta y encuentro las razones por las que yo era su única amiga y ella la mia, ella se encargaba de alejar a todos al sentir que yo era de su propiedad.

—¡Carajo porque no me di cuenta antes!. —dije golpeando el volante.
Mi ira crecía a cada pensamiento que se me cruza por la mente y decidí que lo mejor es detenerme, y eso hice me pare dos calles antes de casa, necesito tranquilizarme antes de llegar ahora lo que menos quiero es poner nerviosa a Jennie, lo que me hace pensar en que decirle sobre mi reunión con Fred. No quiero mentirle pero tampoco quiero ocultarle algo tan importante como lo es esto. Después de casi veinte minutos encendí de nuevo el auto y finalmente me estacione frente a la casa tomando el valor para bajar y hablar con ella sobre la decisión que estoy por tomar.

—Hola. —escuche el televisor encendido y supuse que estaba frente a el pero no fue así. —¿Jennie?. —pero no obtuve respuesta y esto solamente me hace pensar mal. —¡Nini!. —pero nada no había respuesta de ningún lado. —Ella. —llame y escuche que algo caía en el piso de arriba.

Tengo un mal presentimiento.
Subí corriendo e intente por todos los medios encontrar de donde provino ese ruido pero nada pasaba. La habitación de Jennie está vacía y la única que queda es la de Ella, antes de entrar y encontrarme con algo que puede ser malo necesito refuerzos. Volví al piso de abajo para poder llamar.

—Mingyu —dije al instante que tomó la llamada.

—¿Que pasa?. —pregunto bajito. —¿Por qué susurras?. —no estaba para juegos tengo que hacer esto rápido.

—Estoy en la casa de mis padres ven creo que Diana va a cometer una locura. —dije lo más rápido que pude. —Jennie y Ella también están aquí. Date prisa. —y sin esperar respuesta colgué.

—¡Callate de una puta vez antes de que le meta una balazo en su cabeza!. —escuche un grito proveniente de la habitación de Ella y sin duda alguna es diana.

Camine lo más sigilosamente que pude pegandome a la pared, tomé la perilla de la puerta girandola lo más lento que pude y logré ver que tenía a Ella sentada en el piso atada de pies y manos, mientras que Jennie estaba en la silla de igual forma atada. Ella apenas me vio abrió muchos sus ojitos intento hacer ruidos pero le mostré mi dedo índice sobre mis labios para que guardará silencio y no llamara la atención de Diana. Tomé valor por ellas y entre a la habitación empujando a Diana contra la pared estrellándose con ella ocasionando que tirara el arma al piso. Rápidamente desate las manos de Jennie.

—¡Vamos!. —dije mientras me acerque a Ella para soltarla.

—Ni se te ocurra salir de aquí o ahora mismo las mato. —dijo Diana tomando a Jennie y apuntando a su cabeza.

— Diana calmate. —tengo que ganar tiempo y tal vez hablando por ahora sea la mejor alternativa. —A quién quieres es a mi. —lo que voy a decir es una completa locura pero esto es mi culpa. —Deja que se vayan y yo me quedo contigo.

—¡lisa no!. —grito Jennie intentando persuadirme.

—Solo es una niña ella no tiene la culpa de nada. —mire a Ella y ya tenía todo su rostro lleno de lágrimas.

— Lalisa tu tenias que ser mía... tenías que quedarte a mi lado. —comenzó a decir. —Nunca debiste de alejarte de mi lado.

—Tienes razón nunca debi alejarme de tu lado pero... ya aquí me tienes hazme lo que quieras pero déjalas ir. —volví a insistir pero simplemente no me escuchaba. Terminé de desatar los pies de Ella.

—Sueltala o te juro que disparo. —dijo ahora apuntando a Ella —Eres mía y de nadie más. ¿Escuchaste?. —me dijo y solo asentí antes que se volviera más loca y soltara un tiro.

Solté la manita de Ella y su mirada solo me indica que tiene mucho miedo de lo que pueda pasar. Alcance a ver las luces de las patrullas seguramente fue Min quien les llamó.

—Llamaste a la maldita policía. —dijo ahora apuntando en mi dirección. Le dio un fuerte golpe a Jennie con el cartucho de la pistola dejándola tirada a su lado. —Te vas a arrepentir de esto. —fue lo último que dijo bajando la pistola con dirección a Ella en cuanto vi sus intenciones moví detrás de mi a Ella y me tire frente a ella cubriendola con mi cuerpo.

Justo en el momento que la policía entró por la puerta de la habitación, Diana jalo el gatillo en dos ocasiones impactando en mi, sentí el fuerte ardor en mi cuerpo una en mi abdomen y la otra en el lado derecho de mi torso, lleve mis manos a mi cuerpo e inmediatamente se llenaron de sangre. Lo último que vi fue a Diana tirada en el suelo con dos oficiales poniéndole las esposas.

—¡Mami!. —grito Ella a mi lado y fue lo último que escuché antes de que todo se volviera negro

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